Fatshimetrie, 14 de septiembre de 2024 – La ciudad de Kikwit, en Kwilu, fue recientemente escenario de un emotivo funeral, ya que el cuerpo de Mons. Pascal Ngonzo, obispo de la Iglesia católica ortodoxa de la diócesis de la región, fue enterrado en el cementerio de Ndunga. Esta ceremonia marcó el final de una vida dedicada al servicio de la fe y de la comunidad, recordando la memoria de un hombre excepcional.
Nacido en la misión católica de Soa en 1952, el obispo Pascal Ngonzo dejó un legado impresionante. Estudiante diligente, completó sus estudios primarios en la misión de Soa antes de continuar su educación en la misión católica Bongo-Yasa, donde obtuvo un diploma estatal en opción veterinaria. Su compromiso con su fe lo llevó a ser ordenado obispo en 2022, un momento clave en su vocación religiosa.
Más allá de su título eclesiástico, el obispo Ngonzo será recordado por su compasión y dedicación a los demás. Su reputación de hospitalidad y ayuda mutua hacia los fieles y los necesitados marcó su paso por esta tierra. Recordaremos también sus dones curativos, capaces de brindar un bienvenido alivio a muchos enfermos.
Su repentino fallecimiento tras una breve enfermedad dejó un vacío en la comunidad y una sensación de profunda pérdida. Sin embargo, su legado seguirá vivo gracias a los actos de bondad y amor que sembró a lo largo de su vida.
Así, en este día de despedida, la ciudad de Kikwit celebra la vida y la obra de Mons. Pascal Ngonzo, recordando que su ejemplo sigue inspirando y guiando a quienes tuvieron la suerte de conocerlo. Su memoria vivirá en los corazones de aquellos a quienes tocó y su influencia positiva se sentirá mucho después de que haya dejado nuestro mundo.