En el vasto y complejo mundo del contrabando de drogas, una reciente redada orquestada por agentes de la NDLEA ha sacado a la luz prácticas ilegales de exportación de narcóticos. El incidente tuvo lugar en el aeropuerto internacional Murtala Muhammed de Lagos, donde fue interceptado un envío sospechoso que se dirigía al Reino Unido.
Las autoridades descubrieron 924 botellas de jarabe a base de codeína, que pesaban 135,70 kg, y 5.250 tabletas de Rohypnol cuidadosamente escondidas dentro de envases de alimentos. El agente de carga involucrado en el caso, Owojori Olanrewaju, fue detenido en el acto, mientras que una investigación más exhaustiva condujo al arresto de otro sospechoso, Adewunmi Temitope.
Este último afirmó que su madre, Adewunmi Adebola, de 58 años, le pidió que entregara el cargamento al agente exportador. Una operación de seguimiento condujo al arresto de la Sra. Adewunmi en Ibadan, donde realiza negocios en el sector de exportación de alimentos y mercancías.
Las revelaciones del oficial Owojori arrojan luz sobre su colaboración con Adewunmi en la exportación de bienes al Reino Unido. Confesó haber recibido 2,4 millones de naira por el trabajo y 2,1 millones de naira por un envío anterior gestionado para la empresaria.
Además, en la misma fecha, se incautaron en el aeropuerto de Lagos otras cajas de piezas de recambio para automóviles y de natillas en polvo destinadas al Congo-Brazzaville. Una búsqueda cuidadosa reveló 300 gramos de cocaína escondidos en los contenedores de natillas, junto con piezas de automóviles. El remitente de este envío, Arinze Ora, fue detenido en Lagos.
Al mismo tiempo, los investigadores de la NDLEA echaron mano a dos hermanos, Ikechukwu Ikeabba y Ugochukwu Ikeabba, sospechosos de apoyar a narcotraficantes especializados en la ingestión de estupefacientes con destino a Vietnam. Estas detenciones se producen tras una investigación en profundidad llevada a cabo tras la interceptación de un traficante de Onitsha, Ibeanusi Nosike, que había ingerido 68 sobres de cocaína.
Las revelaciones resultantes de estas operaciones subrayan la necesidad de fortalecer los sistemas de control y vigilancia en los aeropuertos para combatir el tráfico de drogas. Una mayor vigilancia por parte de las autoridades y la cooperación internacional son esenciales para combatir este flagelo que amenaza la salud y la seguridad públicas a escala global.