En el contexto de las próximas elecciones para gobernador del estado de Edo, Aziegbemi Aziegbemi ha formulado acusaciones explosivas contra el Gobierno federal. Acusó al gobierno de conspirar para manipular los resultados electorales utilizando a Nuhu Ribadu y al Departamento de Seguridad del Estado (DSS).
Según declaraciones públicas de Aziegbemi el 14 de septiembre, Ribadu habría pagado la suma de 2 millones de dólares al candidato del partido Congreso de Todos los Progresistas (APC) para influir en la votación a su favor. Estas revelaciones provocaron una fuerte reacción por parte del equipo legal de Ribadu, liderado por el despacho Charles Musa & Co, que negó categóricamente las acusaciones y exigió derecho de réplica.
Los abogados de Ribadu subrayaron que las declaraciones difamatorias dañaron gravemente la reputación de su cliente, retratándolo como un individuo dispuesto a comprometer el proceso democrático. Conocido por su integridad como expresidente de la Comisión de Delitos Económicos y Financieros (EFCC), Ribadu exigió una disculpa pública total y la retractación de las acusaciones difamatorias.
En respuesta a las acusaciones difamatorias, Nuhu Ribadu también pidió 10 mil millones de naira en compensación por la pérdida sufrida, advirtiendo de emprender acciones legales si no se cumplen sus demandas.
Vale la pena enfatizar la importancia de la integridad y la transparencia en el proceso electoral, asegurando así la legitimidad de los resultados y la confianza pública. Acusaciones tan graves deben examinarse cuidadosa y rigurosamente, evitando cualquier manipulación política que comprometa los fundamentos de la democracia.
En estos tiempos políticamente delicados, es esencial preservar la justicia y la democracia, protegerse contra todas las formas de corrupción y garantizar que cada ciudadano pueda expresar libremente su voluntad durante las elecciones. El respeto por la verdad y la ética debe guiar toda acción política, con el fin de construir juntos un futuro democrático y equitativo para todos.