En un vídeo viral publicado el lunes 16 de septiembre, la activista Aisha Yesufu adoptó una postura firme y declaró que haría campaña activamente contra la nominación de Peter Obi como vicepresidente junto con otro candidato.
Yesufu planteó preguntas importantes sobre la tendencia recurrente de relegar a los candidatos más capaces a roles secundarios.
“¿Por qué siempre debemos pedir a las personas más capaces que acepten ser relegadas a puestos de segunda categoría?” se preguntó a sí misma.
La advertencia sigue a informes recientes de que Obi había expresado su voluntad de convertirse en vicepresidente si surgiera la oportunidad con un candidato más calificado.
Obi había afirmado anteriormente su disposición a colaborar con otros políticos, incluido Rabiu Musa Kwankwaso, en un intento por mejorar Nigeria.
«Estoy dispuesto a colaborar con cualquiera que esté comprometido a mejorar las vidas de los nigerianos, si eso significa ser vicepresidente junto a alguien que pueda hacer mejor el trabajo, estoy abierto a esa idea», señaló Obi.
Sin embargo, Obi aclaró sus declaraciones el sábado a través de su cuenta oficial X, negando cualquier intención de convertirse en vicepresidente.
«Nunca he expresado el deseo de ser vicepresidente en 2027», dijo Obi, descartando las acusaciones como propaganda.
«Mi atención sigue centrada en abordar los problemas inmediatos de Nigeria, como el hambre y la inseguridad, sin mirar hacia futuras elecciones».
Esta situación plantea importantes interrogantes sobre la dinámica del liderazgo político y cómo se percibe y se recurre a los líderes para ocupar puestos clave. Las reacciones apasionadas y las declaraciones claras de Yesufu y Obi arrojan luz sobre cuestiones cruciales de la política nigeriana actual, proporcionando una perspectiva interesante sobre las ambiciones y limitaciones de los líderes políticos.