La creciente importación de combustible de calidad cuestionable a Nigeria se ha convertido en una preocupación importante dentro de la industria petrolera del país. A pesar de las repetidas garantías de la NNPCL, la presencia de lo que comúnmente se conoce como “combustible sucio” representa ahora hasta una cuarta parte del consumo diario de combustible del país.
Según un informe reciente de los buques transportadores de combustible del 13 de septiembre de 2024, las importaciones combinadas de combustible en Nigeria a través de varios puertos, incluidos Apapa, Tincan, Lekki, Calabar, Port Harcourt y Warri, ascendieron a 261.938 toneladas métricas. De este volumen, NNPCL habría recibido 134.938 toneladas métricas, mientras que los distribuidores independientes importaron 127.000 toneladas métricas.
Estas entregas, responsables de daños a los vehículos, provienen de fuentes previamente denunciadas por entregar combustible que no cumple con los estándares requeridos. Una fuente del sector familiarizada con la situación habló sobre la dudosa calidad del combustible importado y afirmó: «Se importa al país el mismo tipo de combustible considerado sucio, pero saben que la gente se ve obligada a comprarlo debido a colas y escasez que llevan a la gente a la desesperación”.
Esta situación plantea preocupaciones legítimas sobre el impacto en los consumidores y el medio ambiente, así como las implicaciones para la economía nacional. Las consecuencias de los daños a los vehículos causados por este combustible de calidad inferior podrían traducirse en costes importantes para los propietarios de vehículos y el transporte en general. Además, la importación masiva de este tipo de combustible plantea dudas sobre la transparencia y la integridad del mercado petrolero en Nigeria.
Es imperativo que las autoridades del sector energético tomen las medidas necesarias para garantizar que sólo se importen y distribuyan en el país combustibles de alta calidad que cumplan con los estándares internacionales. La protección del consumidor y del medio ambiente, así como la preservación de la integridad del mercado de combustibles, deben ser prioridades máximas para garantizar la sostenibilidad y la prosperidad de la industria petrolera de Nigeria.