Fatshimetrie, 16 de septiembre de 2024 – En el panorama judicial congoleño, se vislumbra en el horizonte un paso esencial: la instalación de tribunales administrativos en las capitales de provincia. Un gran paso adelante que representa un paso de gigante hacia el establecimiento de un Estado de derecho sólido y una gobernanza ejemplar. Bajo la presidencia de Marthe Odio Nonde, el Consejo de Estado de la República Democrática del Congo proclama en voz alta la urgencia de crear estas jurisdicciones para ofrecer a los ciudadanos una justicia local, accesible y eficaz.
De hecho, la proximidad es un elemento clave en el acceso a la justicia. Al instalar tribunales administrativos lo más cerca posible de los ciudadanos, promovemos la interacción directa y la rápida resolución de disputas. Esto ayuda a fortalecer la confianza pública en el sistema judicial y promover una cultura de respeto por las leyes y las instituciones.
Además, al expresar su apoyo a las reformas judiciales propuestas por el Presidente del Senado, Jean-Michel Sama, Odio Nonde muestra el camino hacia una justicia más transparente y equitativa. La erradicación de los antivalores que plagan el sistema judicial congoleño es una necesidad absoluta para garantizar la integridad y la imparcialidad de las decisiones judiciales.
El artículo 154 de la Constitución establece la existencia de tribunales administrativos, pero es a través de su implementación concreta que este reconocimiento se realizará plenamente. A pesar de las limitaciones presupuestarias, es imperativo movilizar los recursos necesarios para hacer realidad este proyecto y ofrecer a los ciudadanos congoleños una justicia que responda a sus expectativas.
En conclusión, la instalación de tribunales administrativos en la República Democrática del Congo representa un pilar esencial en la construcción de un Estado de derecho sólido y una gobernanza ejemplar. Se trata de un paso adelante, una señal positiva en el panorama judicial congoleño que merece ser bienvenida y alentada. Las reformas en curso están allanando el camino para una profunda transformación del sistema judicial congoleño, una transformación que sitúa el respeto de los derechos y libertades de los ciudadanos en el centro de sus preocupaciones.