Proteger a las poblaciones vulnerables del cambio climático: el imperativo de la protección social

La cuestión de la protección social y su vínculo con la acción climática está en el centro de las cuestiones actuales del desarrollo sostenible y la justicia social. El impacto del cambio climático en las poblaciones más vulnerables es una realidad indiscutible, pero la implementación de medidas adecuadas de protección social puede ayudar a mitigar estos efectos y promover una transición justa.

Según el reciente informe de la Organización Internacional del Trabajo, los países de bajos ingresos, que a menudo son los más expuestos a los efectos devastadores del cambio climático, requieren inversiones significativas para garantizar una protección social básica para sus poblaciones. De hecho, estos países necesitan 308.500 millones de dólares adicionales al año, lo que representa el 52,3% de su Producto Interno Bruto (PIB). Esta suma es esencial para garantizar una red de seguridad esencial para los residentes más pobres y los más afectados por el cambio climático.

El informe destaca el hecho de que, a pesar de los avances en la cobertura social a nivel mundial, muchas personas siguen excluidas de cualquier sistema de protección. En los países más vulnerables a los efectos del cambio climático, más del 91% de la población no se beneficia de ninguna forma de protección social. Esta situación pone de relieve la urgencia de tomar medidas para colmar estas lagunas y proporcionar una red de seguridad social para todos.

La protección social es una herramienta esencial para apoyar a las poblaciones en su adaptación a los desafíos climáticos y promover una transición justa hacia sociedades más resilientes y sostenibles. Al invertir en sistemas de protección social sólidos e inclusivos, los gobiernos no solo pueden reducir la vulnerabilidad de las poblaciones más expuestas a los riesgos climáticos, sino también fortalecer la cohesión social y reducir las desigualdades.

Por lo tanto, es crucial que los responsables de la formulación de políticas implementen políticas audaces e integradas para fortalecer los mecanismos de protección social, particularmente en los países más vulnerables. También es necesario movilizar importantes recursos financieros, tanto a nivel nacional como internacional, para garantizar que todos puedan beneficiarse de una protección social adecuada.

En conclusión, la protección social y la acción climática están estrechamente vinculadas y deben abordarse de manera integrada para abordar los desafíos actuales y futuros. Al invertir en protección social, invertimos en el futuro de nuestro planeta y su gente, construyendo sociedades más justas, resilientes y sostenibles.

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