Hezbollah enfrenta un dilema crítico: la nueva era de inestabilidad en Medio Oriente

**Hezbolá enfrenta un dilema crítico: la nueva era de inestabilidad en Medio Oriente**

Durante años, Hezbollah había sido considerado el principal actor no estatal del mundo: bien equipado, bien entrenado, bien dirigido, altamente disciplinado y reservado, era la joya de la corona de los aliados de Irán en Medio Oriente.

En mayo de 2000, el grupo logró expulsar a Israel del sur del Líbano después de un agotador conflicto guerrillero. Seis años después, luchó contra Israel hasta el punto de paralizarlo en una guerra de 34 días. Desde entonces, el grupo respaldado por Irán ha reforzado su arsenal de misiles y drones.

En Siria, sus tropas lucharon junto a Irán y Rusia contra la oposición al régimen de Assad. Durante los últimos 11 meses, Hezbollah ha intercambiado disparos con Israel a lo largo de la frontera casi todos los días, obligando a más de 62.000 israelíes a huir de sus hogares en el norte del Estado judío (mientras que más de 100.000 libaneses han huido de la zona fronteriza).

Sin embargo, este verano, la fachada de fortaleza comenzó a resquebrajarse. En la noche del 30 de julio, un avión no tripulado israelí disparó dos misiles contra un edificio residencial en el sur de Beirut, matando al alto comandante de Hezbolá, Fu’ad Shukr. Y el martes, alrededor de las 3:30 p.m. hora de Beirut, cientos, si no miles, de buscapersonas explotaron en áreas donde Hezbollah tiene una fuerte presencia, hiriendo a casi 3.000 personas y matando al menos a 12.

El miércoles por la tarde, una nueva ola de explosiones sacudió los suburbios del sur de Beirut y ciudades del sur del país, matando al menos a nueve personas, según el Ministerio de Salud libanés. Muchos de los dispositivos que explotaron eran walkie-talkies, como muestran las imágenes.

Si bien Hezbollah aún no ha publicado cifras precisas, está claro que muchos miembros de sus bases resultaron heridos en las explosiones.

En conjunto, el ataque con misiles y los artefactos explosivos representan una espectacular infiltración israelí en las redes críticas de comando y control de Hezbolá.

Nunca el grupo había sido tan vulnerable, nunca había estado tan comprometido.

Hezbollah prometió vengarse de Israel. Su credibilidad depende de ello. Pero concretamente, ¿qué puede hacer?

No mucho, sugiere su historial reciente.

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