La Universidad oficial de Mbuji-Mayi (UOM) atraviesa actualmente un período difícil, enfrentándose a importantes desafíos que ponen en peligro su buen funcionamiento. El rector de esta institución, el profesor Abbé Cibaka Cikongo, destacó recientemente los múltiples obstáculos a los que se enfrenta la universidad, en particular en términos de violencia física y moral, corrupción y trampas.
Las infraestructuras previstas para acoger a 3.200 estudiantes están ahora saturadas, con un número tres veces superior a la capacidad del establecimiento. Esta superpoblación conduce inevitablemente a dificultades logísticas y educativas, comprometiendo la calidad de la educación impartida. A pesar de estas limitaciones, la UOM se esfuerza por proporcionar a los estudiantes el equipo necesario para promover la práctica y el aprendizaje concreto.
Además, el rector subraya la presencia de antivalores como la corrupción, las trampas y el tráfico de puntos, que plagan el entorno universitario y comprometen la integridad académica del establecimiento. Estas prácticas criminales socavan la confianza de estudiantes y docentes en la institución, socavando así sus cimientos. Una lucha activa contra estos abusos es esencial para restablecer un clima saludable que propicie el aprendizaje.
A pesar de estas dificultades, la UOM se esfuerza por dotarse de recursos adicionales para mejorar su desempeño y ofrecer una educación de calidad a sus estudiantes. Se buscan socios para apoyar financieramente a la universidad en la adquisición de equipamiento educativo y tecnologías innovadoras, encaminadas a fortalecer las capacidades formativas de los futuros egresados.
Así, la Universidad oficial de Mbuji-Mayi se enfrenta a cuestiones complejas que requieren una acción concertada de todos los actores implicados. El compromiso de profesores, autoridades académicas, estudiantes y socios externos es fundamental para superar estos obstáculos y garantizar un futuro prometedor para esta institución de educación superior.