En la pequeña ciudad de Ewohimi, ubicada en el área de gobierno local sureste de Esan en el estado de Edo, se desarrolló una escena histórica durante las elecciones para gobernador celebradas recientemente. Los residentes mayores de la ciudad se movilizaron en masa para votar, estableciendo un nuevo récord de participación de la tercera edad.
Lo que más llamó la atención fue ver a estos ciudadanos moverse lentamente, algunos apoyados en muletas o bastones, otros aprovechando la ayuda de sus familiares para desplazarse. Esta movilización sin precedentes estuvo motivada en gran medida por un profundo deseo de apoyar al candidato del Partido Democrático Popular (PDP), originario de Ewohimi.
El ambiente estaba lleno de determinación, orgullo y solidaridad. Voces como la del Sr. Honda Ikehide, de 91 años y líder comunitario, resonaron poderosamente: «He vivido lo suficiente para reconocer la importancia de los acontecimientos que se están desarrollando. Hoy, apoyamos a los nuestros».
Las palabras del Sr. Wilson Bello también reflejan esta efusión de confianza y unidad: «Este es un gran día para nosotros. Nuestro pueblo está unido, especialmente nuestros mayores, que entienden el significado de este momento. Ewohimi nunca había experimentado tal participación por parte de nuestros mayores. población.»
Esta movilización excepcional de personas mayores demostró un profundo apoyo a la visión y al proyecto de su compatriota que se postulaba para el cargo de gobernador. Expresaron su creencia en un futuro mejor para su ciudad, lleno de esperanza y progreso.
A pesar de las dificultades y obstáculos, la determinación del pueblo de Ewohimi de unirse por una causa común era innegable, subrayando así su ardiente deseo de contribuir al desarrollo de su comunidad y del estado en su conjunto.
En última instancia, este día de las elecciones será recordado como un poderoso testimonio del compromiso cívico, la solidaridad intergeneracional y la esperanza de un futuro mejor. Ewohimi dio una lección de determinación y unidad, demostrando que la edad no es un obstáculo cuando la causa es justa y el deseo de cambio está firmemente arraigado en el corazón de la comunidad.