Durante la última década, la cuestión de la integridad moral en la gobernanza ha estado en el centro de los debates políticos en Nigeria. En una conferencia conmemorativa organizada por la Asociación de Antiguos Alumnos de St. Finbarr’s College, el venerable ex presidente Obasanjo expresó enérgicamente la importancia crucial de la rectitud moral en la toma de decisiones gubernamentales.
En su discurso titulado «El imperativo de la rectitud moral en la gobernanza», el ex jefe de Estado subrayó que los funcionarios gubernamentales cuya integridad es cuestionable no pueden tomar decisiones justas para el bien común. Destacó con convicción que la responsabilidad y la rendición de cuentas son requisitos fundamentales para cualquier persona involucrada en la gobernanza, en todos los niveles.
Obasanjo ha criticado inequívocamente a algunos miembros del ejecutivo y del legislativo, llegando incluso a afirmar que algunos de ellos deberían estar tras las rejas debido a sus fechorías y conducta criminal pasadas. Señaló una verdad cruel: no se puede esperar que los ladrones emitan juicios justos a favor de los propietarios.
Al compartir sus propias inquietantes experiencias de corrupción cuando ingresó por primera vez a la política, Obasanjo destacó la normalización del comportamiento criminal por parte de algunas autoridades. Contó cómo, durante una reunión, un individuo mintió frente a él y, cuando se enfrentó a la verdad, simplemente ocultó sus acciones debajo de la alfombra como meras «maniobras políticas».
Moral, ética, rectitud y principios parecen nociones que se han vuelto raras en el mundo de la política, lamentó el ex presidente. Cualquier irregularidad se justifica a menudo en nombre de la «política», reduciendo así la gobernanza a un juego sin reglas ni virtudes.
En un país donde la confianza del pueblo en sus líderes se pone a prueba constantemente, las palabras de Obasanjo suenan como un grito de alarma. La integridad moral debe volver a convertirse en la piedra angular de la gobernanza para que Nigeria progrese y prospere. Es imperativo que los responsables de la formulación de políticas, en todos los niveles, demuestren transparencia, responsabilidad y conducta ejemplar para ganarse la confianza de la gente.
Para concluir, las elocuentes palabras del ex Presidente Obasanjo exigen una profunda reflexión sobre las normas morales y éticas que deben guiar a nuestros líderes. La integridad en la política no es una opción, sino una obligación moral si aspiramos a un futuro justo, próspero y equitativo para todos los ciudadanos.