Los Días de Acción de la Cumbre Futura, organizados por el Secretario General de las Naciones Unidas, se llevarán a cabo los días 20 y 21 de septiembre en la Sede de la ONU en Nueva York. Este evento de alto perfil reúne a actores clave de todo el mundo para discutir los desafíos globales más apremiantes y las posibles soluciones para un futuro mejor.
En este contexto, Álvaro Lario, presidente del Fondo Internacional de Desarrollo Agrícola (FIDA), llamó a los líderes mundiales a tomar conciencia de que la falta de recursos no es la principal barrera, sino la determinación política de invertir en soluciones a gran escala. Por tanto, subraya la necesidad de reformar la arquitectura financiera internacional para financiar la adaptación al clima y la transformación de los sistemas alimentarios de manera equitativa y eficiente.
Según Álvaro Lario, superar desafíos globales como el hambre y la pobreza es un objetivo realista, siempre que compartamos equitativamente los recursos disponibles y trabajemos juntos para revertir las crecientes desigualdades. Destaca el hecho de que 3 mil millones de personas que viven en zonas rurales se ven afectadas de manera desproporcionada por la pobreza extrema y el hambre, destacando la necesidad de aumentar significativamente la asistencia financiera a los pequeños productores agrícolas, que desempeñan un papel crucial en la seguridad alimentaria mundial.
Para Álvaro Lario, no basta con liberar fondos, sino que es fundamental asignarlos estratégicamente donde las necesidades son más apremiantes. Esto implica invertir no sólo en granjas, sino también en infraestructura esencial como caminos rurales, sistemas de riego, mercados locales, así como activos públicos y las habilidades de las personas que viven en áreas rurales.
Al concluir su discurso, Álvaro Lario lanza un vibrante llamamiento a los líderes de todo el mundo para que trabajen juntos para construir un futuro más justo y próspero, poniendo en práctica iniciativas concretas destinadas a combatir la pobreza, el hambre y la desigualdad. Esta visión de un mundo más unido y equitativo se basa en la voluntad política y la acción colectiva, movilizando los recursos necesarios para transformar los sistemas alimentarios y garantizar un futuro mejor para todos.