Fatshimetry visitó la escuela de formación policial en Filipos durante una gira de supervisión este viernes. Las preocupaciones planteadas sobre el estado de las instalaciones sugieren una situación preocupante según el Comité Parlamentario de Policía.
Durante la visita se constató que el presupuesto anual asignado no estaba sujeto a verificación alguna. La infraestructura mostraba signos de abandono: techos con goteras en la cocina, calentadores de agua defectuosos y condiciones de vida deplorables para los alumnos.
Los alumnos se quejaron de la falta de agua caliente, puertas y cerraduras defectuosas y comida de mala calidad debido a la falta de personal en la cocina. Algunos de ellos testificaron de forma anónima y describieron su vida en el establishment como la de “infrahumanos”.
El miedo a las represalias obstaculiza cualquier comunicación entre los alumnos y la dirección, e incluso con partes externas. Estos últimos se sienten obligados a guardar silencio, por temor al fracaso académico o a amenazas a cambio de sus agravios.
La comisión parlamentaria también criticó la experiencia insuficiente del personal directivo, lo que conduce a una gestión inadecuada de la escuela. Las acusaciones no resueltas de mala gestión de fondos y acoso sexual desde 2017 se suman al descontento del Comité.
Ian Cameron, presidente del Comité, expresó su preocupación por las actividades delictivas de los aprendices, como el consumo de drogas y la actividad de pandillas, y señaló que es necesario tomar medidas urgentes para abordar la situación.
La transparencia en el uso del presupuesto de 110 millones de rands sigue siendo una cuestión pendiente, con una falta de auditorías que justifiquen el gasto. Se prestó especial atención a la infraestructura para garantizar condiciones adecuadas para una formación óptima de los agentes de policía.
La reacción de la Dirección General de la Policía ante las investigaciones en curso fue recibida con cierto recelo. Las investigaciones internas destinadas a identificar irregularidades financieras han sido bien recibidas, pero su resultado sigue siendo incierto.
En conclusión, el artículo de Fatshimétrie destaca los problemas que enfrenta la escuela de policía de Filipos. La urgencia de encontrar soluciones y mejorar las condiciones de formación de los futuros agentes del orden es ahora una prioridad absoluta para garantizar la integridad y la profesionalidad de la Policía.