**Fatshimetria**
Desde hace varios meses, la República Democrática del Congo se enfrenta a una epidemia de viruela del simio, también conocida como viruela del simio. Esta enfermedad viral, que se transmite principalmente por contacto directo con animales infectados, ha provocado una importante movilización de las autoridades sanitarias para controlar su propagación, en particular en el aeropuerto internacional de N’Djili, en Kinshasa.
En el marco del Programa Nacional de Higiene en Fronteras (PNHF), se ha puesto en marcha un sistema de control sanitario para controlar a los pasajeros que llegan y salen del aeropuerto. Este sistema incluye vigilancia epidemiológica, comunicación de riesgos y medidas de prevención y control de infecciones.
A la llegada de vuelos nacionales e internacionales, los pasajeros son evaluados visualmente para detectar signos que sugieran viruela del simio, como erupciones cutáneas. Además, se mide su temperatura mediante cámaras termográficas para detectar posibles fiebres. También se establece una comunicación de riesgos a través de carteles y mensajes difundidos por la radio interna de la Régie des Voies Aériens (RVA).
El personal médico presente en el lugar destaca la importancia de los gestos de barrera, como la desinfección de manos, el uso de mascarilla y el respeto del distanciamiento físico. Hasta la fecha, la PNHF ha emitido dos alertas sobre vuelos internacionales, pero afortunadamente los resultados siguen siendo negativos.
Las cifras comunicadas por el Instituto Nacional de Salud Pública (INSP) son alarmantes, con 26.791 casos sospechosos, 5.613 casos confirmados y 837 muertes relacionadas con la viruela del simio desde principios de año. Estos datos ponen de relieve la magnitud de la crisis sanitaria que afronta el país y subrayan la importancia de las medidas de control implementadas en el aeropuerto de N’Djili.
En conclusión, este sistema de control sanitario en el aeropuerto internacional de N’Djili es un elemento clave en la lucha contra la epidemia de viruela del simio en la República Democrática del Congo. Demuestra el compromiso de las autoridades sanitarias para proteger a la población y limitar la propagación de esta enfermedad viral. La eficacia de estas medidas dependerá de la vigilancia de todos los agentes implicados, desde los pasajeros hasta los profesionales sanitarios, respetando las instrucciones de seguridad sanitaria.