El incidente en las instalaciones centrales de la Comisión Electoral Independiente (INEC) durante el recuento de los resultados de las elecciones para gobernador ha provocado un malestar sin precedentes. De hecho, el gobernador, acompañado de sus guardaespaldas, entró en los locales del INEC alrededor de las 2 de la madrugada para denunciar determinadas anomalías en el proceso de recuento de resultados, especialmente en su circunscripción de Oredo.
Funcionarios del INEC intentaron decirle que no estaba autorizado a estar presente, que al recuento de resultados sólo podían asistir agentes y representantes del partido, periodistas y observadores. Sin embargo, el gobernador insistió en reunirse con el Comisionado Residente del INEC y finalmente se accedió a su solicitud.
Esta intervención despertó el enojo de simpatizantes y funcionarios del partido opositor, quienes también tomaron las instalaciones del INEC para protestar por la presencia del gobernador. Los informes incluso afirmaron que a miembros del partido de oposición se les permitió participar en la reunión entre el gobernador y el comisionado del INEC, pero estos informes no han sido verificados de forma independiente.
Ante esta tensa situación, la policía intervino para evitar cualquier exceso, en particular con la llegada al lugar de los hechos de un alto mando policial y de soldados. Alrededor de las 4 de la madrugada, el gobernador fue escoltado fuera de las instalaciones del INEC por fuerzas de seguridad que le ordenaron que se marchara.
Este incidente puso de relieve las actuales tensiones políticas en la región y la importancia crucial de las elecciones. También subraya la necesidad de respetar los procedimientos electorales y mantener un clima de serenidad para garantizar la transparencia y la integridad del proceso democrático.