La Cumbre del Futuro en Nueva York estuvo marcada por un poderoso y visionario discurso de la Ministra de Estado Eve Bazaiba, representante de la República Democrática del Congo. En su discurso, abogó con convicción por una reforma profunda de la arquitectura financiera internacional, para responder mejor a las necesidades concretas de los países beneficiarios, una necesidad urgente para garantizar el desarrollo sostenible de aquí a 2030.
Al resaltar las persistentes brechas y desigualdades en la gobernanza de las instituciones financieras internacionales como el FMI y el Banco Mundial, el ministro subrayó la importancia crucial del multilateralismo inclusivo. Este último debería tener en cuenta las realidades y especificidades de cada Estado beneficiario, para una implementación más efectiva y equitativa del programa de desarrollo sostenible.
Eve Bazaiba propuso una transición gradual de la ayuda al desarrollo hacia asociaciones equitativas y sostenibles, ofreciendo así una perspectiva innovadora para la evolución de las relaciones internacionales. En particular, mencionó la necesidad de establecer mecanismos que favorezcan los créditos de carbono, con el fin de financiar proyectos locales de adaptación y mitigación del cambio climático en la República Democrática del Congo.
Este discurso firme y comprometido del Ministro de Estado ilustra el firme deseo del gobierno congoleño de desempeñar un papel activo en la revisión de la arquitectura financiera internacional y trabajar por una gobernanza global más equitativa e inclusiva. Los comentarios de Eve Bazaiba reflejan una visión audaz y pragmática, que enfatiza la necesidad de repensar los paradigmas actuales para fomentar asociaciones verdaderamente beneficiosas para todos entre las naciones.
En conclusión, la República Democrática del Congo muestra su determinación de contribuir a la transformación de los mecanismos de financiación internacionales, con el objetivo de promover un desarrollo sostenible y equitativo para todos. El dinamismo y la relevancia de las propuestas presentadas por Eve Bazaiba abren el camino a cambios positivos y duraderos, llamando a la movilización de toda la comunidad internacional para afrontar juntos los desafíos del siglo XXI.