Kinshasa, 23 de septiembre de 2024 – El sábado pasado tuvo lugar en Kinshasa un acontecimiento musical de capital importancia: el célebre reggaeman congoleño Cize Nkosi, cuyo verdadero nombre es Cicéron Nzungu Batetana, ofreció un concierto excepcional para celebrar el día internacional de la paz. Bajo el inspirador tema «Germinemos una cultura de paz», el artista cautivó a su público con actuaciones musicales vibrantes y comprometidas.
Durante esta velada memorable, Cize Nkosi reunió a personas de todas las edades y procedencias, desde niños hasta políticos, en torno a un mensaje universal: la paz es la clave del desarrollo. Al abogar por el compromiso personal para sembrar las semillas de la paz en nuestros corazones, el artista destacó la importancia de la unidad y la colaboración para construir un mundo mejor.
En el escenario, Cize Nkosi encendió al público con sus comprometidas canciones como “Rasta aye”, “Nkosi’a Kongo”, “Cease fire”, ofreciendo una experiencia inmersiva e inolvidable a sus espectadores. Al elegir títulos que transmiten mensajes de paz y amor, el artista logró tocar corazones e inspirar al público a trabajar juntos por un futuro armonioso.
Cuando invitó al talentoso cantante y guitarrista Farley Ngabu al escenario, la energía y la pasión se fusionaron para crear un momento musical de rara intensidad. Cize Nkosi ha demostrado así la capacidad del reggae para reunir a un gran público, trascendiendo las fronteras musicales y culturales para difundir un mensaje de unidad y fraternidad.
Artista versátil y visionario, Cize Nkosi encarna la excelencia en su arte. Músico, autor, compositor e intérprete, es el fundador del sello Nkosi’a Kongo y tiene en su haber dos álbumes y un sencillo. Su compromiso con la paz y la tolerancia se refleja en cada una de sus creaciones, convirtiéndolo en un auténtico embajador de la cultura de paz.
En conclusión, el concierto de Cize Nkosi con motivo del Día Internacional de la Paz fue mucho más que un evento musical: fue una celebración de la diversidad, la armonía y la esperanza. Gracias a su música comprometida y su mensaje positivo, el artista recordó a todos el poder de la paz para transformar el mundo. Una actuación inolvidable que quedará grabada en la memoria y que resonará mucho más allá de las fronteras de Kinshasa.
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