El asunto que sacude actualmente al Partido Democrático Popular (PDP) en el estado de Benue ha dado un giro inesperado con la supuesta expulsión del partido de su sede por parte del ex gobernador del estado, el senador Gabriel Suswam. La situación, que salió a la luz el pasado lunes, provocó reacciones divergentes y sumió al partido en un estado de confusión e incertidumbre.
Según los informes que circulan, la sede del PPD, situada a lo largo de la carretera Makurdi/Otukpo, fue cerrada por el propietario del edificio, el ex gobernador Suswam. Este hecho se produjo tras la crisis interna entre los partidarios del actual gobernador, Samuel Ortom, y los del ex gobernador Suswam, que llevó a la sustitución del comité directivo por un comité de gestión designado por el general nacional de distrito del partido.
Sin embargo, el exgobernador Suswam negó haber evacuado al partido del edificio y calificó las acusaciones de falsas. Dijo que el PPD no era el inquilino del edificio, pero fue entregado al partido. Esta declaración provocó más confusión y controversia, lo que obligó al gobernador Ortom a ofrecer una nueva sede para el partido en uno de sus complejos de oficinas.
El giro de esta serie de acontecimientos ha puesto de relieve las luchas internas y las rivalidades políticas que actualmente plagan al PPD en el estado de Benue. Mientras cada lado busca defender sus intereses y afirmar su autoridad, las consecuencias de estas tensiones podrían tener repercusiones duraderas en la dinámica política local y en la unidad del partido en general.
En esta agitación política, es esencial que los líderes del PPD en el estado de Benue demuestren madurez y liderazgo para superar estas divisiones internas y garantizar la estabilidad y eficacia del partido. La resolución justa de esta disputa es crucial para el futuro del PPD en la región y para su credibilidad ante los votantes.
En conclusión, este supuesto derrocamiento de la sede del PPD en el estado de Benue resalta los desafíos que enfrenta el partido y resalta la necesidad de una gestión cuidadosa y transparente de sus asuntos internos. Ahora depende de los actores políticos locales encontrar puntos en común y trabajar juntos para restaurar la unidad y la cohesión del partido, para servir mejor a los intereses del pueblo del estado de Benue y de todo el país.