La búsqueda de la independencia de la nación yoruba, encabezada por el profesor Banji Akintoye, se está intensificando en un momento crítico de la historia del pueblo yoruba en Nigeria. Durante la celebración del Día de la Unidad Yoruba el 23 de septiembre, el profesor Akintoye hizo un fuerte llamado a la separación de la nación yoruba de Nigeria.
Los motivos de esta demanda están profundamente arraigados en los desafíos socioeconómicos y de seguridad que enfrenta el pueblo yoruba. Las acusaciones de violencia perpetrada por bandidos fulani, el impactante número de yoruba asesinados, el terror sembrado en aldeas y campos cultivados han alimentado el deseo de separación.
El profesor Akintoye enfatiza que la creación de un país yoruba independiente brindaría una oportunidad única para garantizar la seguridad de la tierra y de la gente, así como para gestionar la economía de acuerdo con los principios y necesidades del pueblo yoruba.
En un llamamiento a los gobernadores y reyes del suroeste de Nigeria, pidió el reconocimiento del Día de la Unidad Yoruba como día festivo, símbolo del compromiso inquebrantable con la identidad yoruba y la búsqueda de la libertad.
El profesor Akintoye destacó la urgencia de la situación al discutir el papel de los líderes tradicionales y las autoridades políticas en la preservación de la unidad y la cultura yoruba. También destacó el deterioro de la economía nigeriana bajo el gobierno actual, destacando las crecientes dificultades que enfrentan las masas yoruba.
El establecimiento de la Unidad de Seguridad de Amotekun era una esperanza para abordar los desafíos de seguridad, pero las limitaciones impuestas por el Gobierno Federal han exacerbado los problemas. Los ataques de los terroristas fulani se están extendiendo a las principales ciudades, amenazando la paz y la seguridad yoruba.
Este llamado a la separación no es una decisión tomada a la ligera, sino una respuesta realista y necesaria a una situación cada vez más crítica. La protección, la prosperidad y la preservación de la identidad yoruba requieren acciones valientes y decididas, y es con este espíritu que el profesor Akintoye continúa movilizando a su pueblo hacia un futuro donde se restablezcan la libertad y la dignidad.
Así, la lucha por la independencia de la nación yoruba va más allá de consideraciones políticas y partidistas para convertirse en un grito de guerra por la preservación del alma y la cultura de un pueblo orgulloso y resiliente.