Mientras asistía a la Asamblea General de las Naciones Unidas en Nueva York, el presidente iraní Masoud Pezeshkian llamó al diálogo para preservar la paz regional y advirtió contra los intentos de Israel de promover un conflicto más amplio. Como figura emergente dentro del gobierno iraní, Pezeshkian enfatizó la voluntad de Teherán de retener su respuesta a pesar de las provocaciones, con la esperanza de fomentar discusiones constructivas y evitar una escalada de tensiones.
A medida que los ataques israelíes se han intensificado en las últimas semanas, en particular contra Hezbollah, respaldado por Irán, Pezeshkian advirtió sobre las consecuencias devastadoras de una guerra más amplia en el Medio Oriente. Subrayó la responsabilidad colectiva de preservar la paz y fomentar soluciones diplomáticas para evitar una catástrofe humanitaria.
Tras el asesinato del líder político de Hamás en Teherán, atribuido a Israel, Pezeshkian destacó las presiones para que Irán no adopte una postura de venganza inmediata, sino que mantenga una actitud de moderación a pesar de las constantes provocaciones. Señaló las atrocidades cometidas por Israel, destacando el sufrimiento de los civiles afectados por la violencia.
Cuando se le preguntó sobre una posible respuesta más directa de Irán, Pezeshkian puso en duda y enfatizó la necesidad de defender a quienes son atacados injustamente. Destacó el apoyo de Irán a Hamás, al tiempo que pidió un examen objetivo de la situación en la región, lejos de la estigmatización.
Ante el alarmante costo humano resultante de los recientes enfrentamientos, Pezeshkian destacó la urgencia de encontrar soluciones duraderas y pacíficas para poner fin a la violencia y al sufrimiento de las poblaciones inocentes atrapadas en este conflicto. Abrió el camino para debates inclusivos y un diálogo constructivo para aliviar las tensiones y permitir la reconstrucción de un futuro de paz y estabilidad en la región.
Esta posición valiente y lúcida adoptada por el presidente iraní pone de relieve la necesidad de un enfoque diplomático y constructivo para evitar una escalada incontrolable de violencia y promover soluciones duraderas para la paz y la seguridad regional.