El estado de Akwa Ibom, Nigeria, se encuentra actualmente sumido en una crisis ligada al vertiginoso aumento del precio del combustible Premium Motor Spirit (PMS). Los consumidores se enfrentan a precios exorbitantes, que alcanzan hasta 2.500 naira por litro, lo que hace que el combustible sea prácticamente inaccesible para muchos residentes. Esta alarmante situación surge de un enfrentamiento en curso entre dos actores clave en la industria petrolera de Nigeria: el Sindicato Nigeriano de Trabajadores del Petróleo y el Gas Natural (NUPENG) y la Fuerza de Tarea Conjunta (JTF).
Esta crisis ha provocado una importante perturbación del sector del transporte en el estado, con una disminución significativa del número de vehículos en las carreteras. Los transportistas aprovecharon la oportunidad para aumentar las tarifas en más de un 200 por ciento, impactando directamente a la población y la economía local. Las gasolineras, gestionadas principalmente por distribuidores independientes, tuvieron que cerrar sus puertas en respuesta a un aviso de huelga emitido por la Asociación Independiente de Comercializadores de Petróleo de Nigeria (IPMAN). Este aviso se produjo tras la incautación, hace cuatro meses, de camiones cisterna cargados con PMS por parte de la JTF.
Las tensiones llegaron a un punto crítico, lo que llevó a IPMAN a ordenar el cierre de gasolineras en solidaridad con NUPENG. Estos últimos exigen la liberación de los petroleros incautados por la JTF, poniendo así de relieve las prácticas controvertidas de esta última. Según IPMAN, esta acción cuenta con la aprobación de la sede nacional de la organización, y cualquier incumplimiento de las directrices tendrá las consecuencias correspondientes.
Ante esta escalada de tensiones, Sam Osung, presidente de la Asociación de Petróleo y Gas Natural de Nigeria (NOGASA) y ex asesor del gobernador, acusó al gobierno del estado de Akwa Ibom de no frenar los excesos denunciados por NUPENG e IPMAN. Afirma que estos grupos de interés están sobrepasando sus derechos e insta al gobierno a actuar para preservar los intereses de los ciudadanos y respetar el orden legal.
La situación actual pone de relieve las cuestiones cruciales que subyacen al sector petrolero en Nigeria, con consecuencias directas en la vida cotidiana y la economía local. Es imperativo que las autoridades gubernamentales intervengan rápidamente para resolver este conflicto y garantizar el acceso de los ciudadanos a productos esenciales como el combustible.