En un contexto político marcado por elecciones gubernamentales disputadas, las reacciones del Partido Laborista (LP), liderado por Julius Abure, provocan reacciones encontradas. De hecho, el partido expresó recientemente su decepción por su desempeño en las recientes elecciones gubernamentales en el estado de Edo, señalando a su candidato, Barr. Olumide Akpata, así como al Sr. Peter Obi por su responsabilidad en este fracaso.
Al analizar las declaraciones del partido, queda claro que el LP reconoce la merecida victoria del gobernador electo del estado de Edo, el senador Monday Okpebholo, y del Congreso de Todos los Progresistas (APC). El LP también elogia a la Comisión Electoral Independiente (INEC) por la conducción de las elecciones, que describe como una de las más justas, libres y pacíficas de la historia del país.
El portavoz del partido, Abayomi Arabambi, señaló en un comunicado que las críticas dirigidas al INEC por parcialidad y fraude son un signo de falta de aprendizaje por parte de algunos nigerianos. Según él, el problema radica en la tendencia a cuestionar las decisiones cuando no son de su interés, en lugar de reconocer la legitimidad de los procesos democráticos en vigor.
Además, el LP señala el comportamiento de Peter Obi y Alex Otti, acusándolos de maniobras deshonestas destinadas a tomar el control del partido de forma ilegal. Estas acciones, caracterizadas por un deseo de poder y una traición a la dirección nacional del partido, contribuyeron al fracaso del LP en las elecciones.
El LP también sostiene que la proximidad geográfica de Olumide Akpata al actual gobernador del estado de Edo influyó en la derrota del partido. De hecho, los votantes parecen haber expresado su deseo de ver surgir un candidato de otra región del país, un criterio que los partidos políticos en competencia tomaron en cuenta al elegir a sus candidatos.
Finalmente, el LP refuta las acusaciones de que las elecciones se basaron únicamente en la compra de votos. Denuncia el comportamiento de Akpata quien, según él, manipuló a los delegados del partido para obtener su nominación, destacando prácticas cuestionables que perjudicaron la integridad del proceso electoral.
En resumen, el LP pide al pueblo del estado de Edo que apoye al gobernador recién elegido y afirma su compromiso de defender los principios y valores de la constitución del partido. Estas elecciones pusieron de relieve las luchas internas y las cuestiones de poder dentro del Partido Laborista, destacando la necesidad de una reflexión profunda sobre las prácticas políticas y democráticas en Nigeria.