El gigante de la industria de refrescos, Coca-Cola, vuelve a generar preocupación en Nigeria, esta vez por el uso de agua de río para su producción. La organización no gubernamental CAPPA pidió recientemente al presidente Bola Ahmed Tinubu que esté atento a las empresas que violan las leyes nigerianas y ponen en peligro la salud pública.
La advertencia se produce después de la reunión de Coca-Cola con el presidente, durante la cual la compañía confirmó una inversión de mil millones de dólares en Nigeria durante cinco años. CAPPA destaca que este anuncio se produce tras el discurso del presidente en la 79ª Asamblea General de las Naciones Unidas, donde destacó la importancia del multilateralismo, la condonación de la deuda y la lucha contra la corrupción.
La organización insta al presidente a asegurar que la relación de su administración con las empresas esté alineada con estos valores. Señala que el reciente compromiso de Coca-Cola es en realidad sólo una reiteración de una promesa incumplida hecha hace tres años al gobierno de Muhammadu Buhari.
CAPPA acusa a Coca-Cola de utilizar el discurso inversor para enmascarar sus prácticas comerciales deshonestas, denunciadas en particular por la Comisión Federal de Competencia y Protección al Consumidor. Este último reveló que la empresa había infringido repetidamente las leyes relativas a prácticas de marketing engañosas.
A pesar de haber sido condenada por un tribunal de Lagos en 2017 por la presencia de sustancias nocivas en sus bebidas, Coca-Cola no ha cumplido una orden de colocar advertencias en sus productos. Además, una investigación reciente de la FCCPC encontró que la empresa había engañado continuamente a los consumidores con prácticas de marketing engañosas.
La ONG CAPPA destaca que el comportamiento de Coca-Cola va en contra de las normas nacionales y constituye un precedente peligroso en términos de salud pública. Pide al gobierno nigeriano que no apoye a las empresas que ponen en peligro la salud y los derechos de los consumidores.
En conclusión, es imperativo que el gobierno de Nigeria examine cuidadosamente sus relaciones con empresas como Coca-Cola y garantice que sus asociaciones comerciales cumplan con estándares éticos y legales. La protección de la salud pública y los intereses de los consumidores debe tener prioridad sobre los intereses financieros a corto plazo.