Fatshimetrie recientemente llamó la atención sobre una serie de protestas violentas que han sacudido a Kenia a lo largo de este año. En el centro de estas manifestaciones se encuentran las demandas de justicia y transparencia frente a la brutal represión ejercida por la policía contra los manifestantes.
Según diversas organizaciones de derechos humanos, más de 60 personas perdieron la vida durante las semanas de protestas, mientras que otras desaparecieron en las semanas posteriores a las manifestaciones. Estas protestas, iniciadas por la juventud del país, fueron provocadas por un controvertido proyecto de ley financiero que proponía aumentos de impuestos y nuevos impuestos a una población que ya estaba agobiada.
Amnistía lanzó recientemente una petición exigiendo una investigación exhaustiva sobre estas muertes y desapariciones, destacando pruebas en forma de vídeos y testimonios de expertos oftalmológicos, abogados y profesionales médicos. La organización afirma que las fuerzas de seguridad hicieron uso excesivo de la fuerza contra los manifestantes, identificando específicamente las armas de fuego utilizadas, como rifles, ametralladoras y escopetas.
Madres desconsoladas se reunieron recientemente en Nairobi para exigir justicia para sus hijos asesinados o desaparecidos durante las protestas. Esta movilización se produce mientras celebramos el tercer mes desde que comenzaron las protestas.
A pesar de la falta de investigaciones sobre las acciones de las fuerzas de seguridad, los llamados a la justicia y la rendición de cuentas siguen siendo el centro de las preocupaciones de los manifestantes y defensores de los derechos humanos.
Los acontecimientos en Kenia resaltan la importancia de garantizar el respeto de los derechos fundamentales de los ciudadanos, particularmente cuando se trata de protestas pacíficas. La búsqueda de la justicia y la verdad debe seguir siendo una prioridad absoluta para preservar la integridad y la dignidad de cada individuo.