En el panorama internacional actual, marcado por grandes desafíos como las crecientes desigualdades y la emergencia climática, las cuestiones financieras y económicas son de suma importancia. En la reciente reunión de la Asamblea General de Jefes de Estado y de Gobierno en Nueva York, el Secretario General de las Naciones Unidas, António Guterres, destacó la necesidad apremiante de mejorar la arquitectura financiera internacional para abordar estos desafíos.
Destacó la alarmante observación de que, a pesar de los avances económicos de las últimas décadas, las instituciones de Bretton Woods, como el Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial, ya no pueden proporcionar una red de seguridad global adecuada ni brindar apoyo suficiente a los países en desarrollo. Dado que los costos de los intereses de la deuda a menudo superan las inversiones esenciales en educación, salud e infraestructura, es imperativo repensar el sistema financiero internacional.
Frente al objetivo crucial de las Naciones Unidas de alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible para 2030, se requieren acciones tangibles. Guterres pide a los países del G20 que den ejemplo proporcionando 500.000 millones de dólares al año, al tiempo que enfatiza la necesidad de que los bancos de desarrollo intensifiquen su apoyo a la acción climática y el desarrollo.
La emergencia climática, afirma, está alcanzando niveles alarmantes: 2023 ha sido el año más caluroso registrado. Por lo tanto, la implementación del Acuerdo de París para combatir el calentamiento global es más crucial que nunca.
El informe del Secretario General de la ONU sobre la actividad de la Organización en 2023 destaca iniciativas alentadoras, como la creación o mejora de la gestión de 178 millones de hectáreas de áreas protegidas en 56 países. Sin embargo, este progreso sigue siendo insuficiente frente a los actuales trastornos económicos y ambientales.
Por lo tanto, es imperativo que los actores internacionales intensifiquen sus esfuerzos y revisen su enfoque económico para garantizar un futuro más equitativo y sostenible para todos. El compromiso de los países del G20, el fortalecimiento de los mecanismos financieros internacionales y la acción climática urgente son pasos cruciales para avanzar hacia un mundo más justo y resiliente.