En las atormentadas regiones de Komanda – Mambasa, el lunes 23 de septiembre de 2024 será recordado como un día de terror y dolor. El ataque perpetrado por los presuntos rebeldes ugandeses de las Fuerzas Democráticas y Aliadas (Adf) sembró muerte y desolación, dejando dos almas sin vida, otra gravemente herida y varias personas desaparecidas. La escalofriante historia del líder del grupo Bayaku en la jefatura de Babila Bakwanza revela el horror que viven los habitantes de la región, obligados a huir a lugares considerados más seguros, como el centro de Mungamba.
El ataque tuvo como objetivo un convoy de coches nuevos que se dirigía hacia Kisangani y fue atacado por individuos armados que vestían uniformes similares a los de las Fuerzas Armadas de la República Democrática del Congo (Fardc). Sin embargo, el complot resultó ser obra de miembros de la Adf, quienes, sin piedad, hirieron a una joven y quitaron la vida a dos personas inocentes. Estos actos bárbaros han conmocionado profundamente a la región y han generado temores sobre la seguridad de los residentes frente a la persistente amenaza de los rebeldes ugandeses.
Ante esta tragedia, la voz rotunda de Sebo Amus se alza para exigir un refuerzo masivo de personal militar en la región, un llamamiento urgente para la seguridad de las poblaciones y de las carreteras amenazadas por los ataques regulares de las Adf. Los habitantes, sumidos en un clima de terror y precariedad, exigen justicia y protección, exigen que la paz y la estabilidad vuelvan por fin a su vida cotidiana azotada por la violencia y la inseguridad.
Los trágicos acontecimientos que tuvieron lugar en la carretera nacional número 4 entre Komanda y Mambasa subrayan la urgencia de una respuesta eficaz y coordinada para contrarrestar la amenaza terrorista que pesa sobre la región. La violencia perpetrada por los rebeldes de Adf pone de relieve las lagunas y los desafíos de seguridad que debe afrontar el territorio de Mambasa, y exige una acción concertada por parte de las autoridades locales y las fuerzas de defensa para proteger a los civiles y restablecer la tranquilidad en estas zonas devastadas por la guerra.
En estos tiempos oscuros en los que el terrorismo ataca sin previo aviso, la resiliencia y la solidaridad de los habitantes de Komanda – Mambasa resultan esenciales para superar la adversidad y reconstruir un futuro marcado por la paz y la seguridad. A pesar de las pruebas, persiste la esperanza de que la luz de la justicia y la estabilidad disipe la oscuridad de la violencia y el miedo, ofreciendo a las comunidades maltratadas un horizonte de paz y prosperidad tan esperado.