Kinshasa, 26 de septiembre de 2024 (Fatshimetrie) – El cobalto procedente de la República Democrática del Congo, un recurso precioso y esencial en la industria mundial, fue incluido recientemente en la lista de bienes que pueden producir los niños. La noticia sacudió los mercados internacionales y planteó dudas sobre la responsabilidad de quienes participan en la cadena de suministro del cobalto.
La inclusión del cobalto congoleño en esta lista estadounidense, establecida en virtud de la Ley de Protección a las Víctimas de la Trata (TVPRA), pone de relieve los desafíos actuales relacionados con el trabajo infantil y el trabajo forzoso en las minas de cobalto en la República Democrática del Congo. Esta decisión resalta la necesidad de que las empresas revisen sus prácticas y garanticen que su abastecimiento de cobalto cumpla con los estándares laborales y de derechos humanos internacionales.
La producción de cobalto en la República Democrática del Congo es esencial para muchos sectores, incluida la industria de los vehículos eléctricos, los semiconductores y las baterías. Sin embargo, la minería artesanal e industrial de cobalto a menudo se asocia con condiciones laborales precarias y el uso de trabajo infantil. Esta realidad inaceptable debe ser abordada urgentemente por todos los actores de la industria del cobalto.
Es imperativo implementar mecanismos de trazabilidad y verificación para garantizar que el cobalto producido en la República Democrática del Congo cumpla con las normas laborales internacionales y no contribuya a la explotación infantil. Las empresas que se abastecen de cobalto congoleño deben comprometerse a promover prácticas responsables en toda su cadena de suministro.
Como consumidores, también tenemos un papel que desempeñar al exigir productos de fuentes responsables y sostenibles. Al crear conciencia y presionar a las empresas, los gobiernos y los organismos internacionales, podemos ayudar a garantizar que el cobalto que utilizamos en nuestros dispositivos electrónicos y vehículos eléctricos no sea producto del trabajo infantil.
Es hora de hacer de la transparencia, la rendición de cuentas y el respeto de los derechos humanos las máximas prioridades en la industria mundial del cobalto. Trabajando juntos para eliminar el trabajo infantil y forzoso de las cadenas de suministro de cobalto, podemos ayudar a crear un futuro más justo y sostenible para todos.