Parece haber una atmósfera tensa en el gobierno ya que el estado de Edo ha acusado a Philip Shaibu de planear una invasión del gobierno del estado de Edo para imponer su reinstalación. Esto se produce tras la presentación de un recurso de suspensión de la ejecución para impugnar el fallo anterior del juez J. K. Omotosho en el caso.
Aunque los intentos de contactar a Shaibu fueron infructuosos, su oficina estaba desierta a lo largo de Commercial Avenue, con un camión de la policía armada estacionado en la puerta. El personal fue trasladado a la Agencia de Servicios Públicos John Odigie Oyegun (JOOPSA) y los vehículos oficiales, incluido el autobús del equipo de medios, fueron trasladados a la oficina del Jefe de Servicio Gubernamental en la Avenida Osadebey.
Los acontecimientos recientes apuntan a una posible escalada de tensión, con llamamientos al inspector general de la policía y a todos los nigerianos para impedir que Shaibu se introduzca por la fuerza en el gobierno de Edo, arriesgándose al caos. La carta dirigida al IGP y otras partes interesadas destaca la necesidad de suspender cualquier acción relacionada con la ejecución de la decisión judicial mientras se procesa la solicitud de suspensión.
El abogado de Shaibu refutó las acusaciones y pidió al gobierno que acepte el resultado electoral. La reacción de Shaibu ante estas acusaciones subraya su negativa a dejarse arrastrar por la manipulación política y la propaganda.
Esta historia destaca la intensidad de los conflictos políticos en curso y destaca las cuestiones de seguridad pública y mantenimiento del orden. Es fundamental que todas las partes involucradas actúen con moderación y responsabilidad para evitar cualquier escalada de violencia y tensiones.