La industria cervecera en Sudáfrica enfrenta un desafío importante en relación con los impuestos especiales aplicados a los productos alcohólicos. De hecho, South African Breweries (SAB), uno de los principales productores de cerveza del país, está expresando su preocupación por el actual impuesto especial del 25%, considerándolo excesivo y potencialmente perjudicial para el futuro del sector.
Un estudio reciente encargado por SAB y realizado por Oxford Economics Africa encontró que los impuestos especiales actuales sobre la cerveza están muy por encima de los niveles estipulados en la política de impuestos especiales del país. Según el Anexo 1 Parte 2A de la Ley de Aduanas, la carga del impuesto especial recomendado sobre la cerveza es del 23%, dos puntos porcentuales menos que lo que es actualmente. Esta disparidad pone de relieve el desequilibrio actual entre los impuestos aplicados y las directivas en vigor.
El informe también afirma que el gobierno depende desproporcionadamente de la industria cervecera para sus ingresos por impuestos especiales, representando el 34,7% de los ingresos totales por impuestos especiales en 2023-24. Esto sitúa a la cerveza como el producto más gravado. Richard Rivett-Carnac, director ejecutivo de SAB, destaca la importancia de contar con una política de impuestos especiales estable y predecible. Llama la atención sobre el impacto negativo de los aumentos excesivos de los impuestos especiales, diciendo que esto socava la industria cervecera, un sector vital para el empleo y el crecimiento económico en Sudáfrica.
Keith Engel, director ejecutivo del Instituto Sudafricano de Impuestos, destaca la necesidad de que las autoridades tributarias logren un equilibrio entre la generación de ingresos a través de impuestos especiales a la cerveza y la mitigación del impacto económico en el sector. Subraya que la imprevisibilidad de los aumentos de los impuestos especiales compromete el principio de una tributación justa.
Los recientes aumentos de los impuestos especiales, anunciados en el presupuesto del Tesoro para 2024, tienen como objetivo generar ingresos adicionales para aliviar las presiones fiscales inmediatas y apoyar la estabilización de la deuda. Las subidas, superiores a la inflación, repercuten en los precios de la cerveza, aumentando los costes de producción y los precios de venta, lo que está frenando la demanda. Esta situación es aún más preocupante en un contexto en el que los consumidores recurren cada vez más a alternativas menos alcohólicas por motivos de salud.
Es esencial que las autoridades tributarias tengan en cuenta el efecto directo de los aumentos de los impuestos especiales sobre el consumo de cerveza en Sudáfrica y encuentren un equilibrio que preserve tanto los ingresos fiscales como la salud de la industria cervecera.