El año 2024 ya se perfila como un año récord en temperaturas, con señales alarmantes de que el planeta continúa calentándose a un ritmo preocupante. Según las observaciones del Observatorio Copérnico, ahora es casi seguro que 2024 será el año más caluroso jamás medido, superando el récord establecido en 2023.
Septiembre de 2024 fue el segundo septiembre más cálido registrado, con una temperatura promedio 1,54°C más alta que un septiembre promedio en el clima preindustrial. Esta tendencia es parte de una serie de más de un año de temperaturas excepcionalmente altas, que confirman la alarmante trayectoria del calentamiento global.
Las consecuencias de este calentamiento se están sintiendo en todo el mundo, con fenómenos meteorológicos extremos cada vez más frecuentes y devastadores. Se observaron precipitaciones extremas en partes de Europa, mientras que partes de América del Norte, Asia y África enfrentaron condiciones más húmedas de lo normal.
El calentamiento de los océanos, que han absorbido más del 90% del exceso de calor provocado por las actividades humanas, ha contribuido a mantener temperaturas medias récord en su superficie durante varios meses. Este exceso de calor conlleva graves consecuencias, como huracanes más intensos y episodios de precipitaciones extremas, aumentando el riesgo de inundaciones y deslizamientos de tierra.
En África, la temporada de lluvias fue particularmente intensa, provocando dramáticas inundaciones y provocando miles de víctimas, damnificados y desplazados. Los países de Asia no se han librado de ello, ya que devastadores supertifones afectaron a Vietnam, Birmania, Tailandia, Laos, China, Filipinas y Japón, causando considerables pérdidas humanas y económicas.
En Europa, la tormenta Boris arrasó Europa Central con fuertes vientos, fuertes lluvias e inundaciones, matando a varias personas y provocando importantes daños materiales. Estos acontecimientos ponen de relieve la urgencia de actuar frente al cambio climático y tomar medidas concretas para limitar sus efectos devastadores en nuestro planeta.
Es innegable que el calentamiento global es una realidad a la que nos enfrentamos, y los acontecimientos recientes no hacen más que reforzar la urgente necesidad de actuar con rapidez y decisión para preservar nuestro medio ambiente y nuestro futuro. Cada uno de nosotros tiene un papel que desempeñar en la lucha contra el cambio climático y es hora de tomar medidas para lograr un futuro sostenible para todos.