En la oscuridad de la noche, la comunidad de Nawfia, situada en el estado nigeriano de Anambra, se vio sacudida por un impactante acto de violencia que se cobró la vida de cinco de sus residentes. Testigos informaron que un grupo de atacantes irrumpió en la ciudad el pasado domingo utilizando un Jeep Lexus RX y una Toyota Sienna. En un acto de brutalidad despiadada, abrieron fuego contra residentes inocentes, matando a cinco personas e hiriendo a varias más, incluido un niño pequeño.
Entre las víctimas se encontraban dos residentes de Nawfia: Samuel Onyebuchi Nnatuanya, de 26 años, y Chukwuebuka Ifeanyichukwu Nwonukwue, de 29 años, ambos de la aldea de Adagbe Mmimi. Las otras tres víctimas eran residentes de Nawfia, incluida una de Ukwulu en el gobierno local de Dunukofia, mientras que las otras dos eran del estado de Ebonyi y de una región del norte de Nigeria.
El ataque tuvo lugar alrededor de las 20.00 horas en el eje Umukwa-Umuriam de la ciudad, donde los atacantes abrieron fuego contra jóvenes desprevenidos antes de huir apresuradamente. Esta violencia indiscriminada ha sumido a la comunidad de Nawfia en una profunda tristeza, dejando a los residentes en shock e incapaces de comprender el motivo de este acto bárbaro.
En reacción a la tragedia, la Unión Progresista de Nawfia, a través de su presidente general, el jefe Daniel Okoye, expresó su profunda tristeza por la pérdida de vidas. En una conmovedora declaración, condenó el asesinato sin sentido de jóvenes de la comunidad y de residentes no indígenas, y prometió que los líderes de la ciudad harían todo lo posible para llevar a los responsables ante la justicia.
“Estamos consternados por el asesinato sin sentido de nuestros hijos y de los residentes que decidieron hacer de Nawfia su hogar. La Unión Progresista de Nawfia y los líderes de la ciudad están comprometidos a garantizar que los culpables comparezcan ante la justicia”, dijo Okoye.
Instó a la comunidad a mantener la calma y destacó que no había pruebas concretas que respaldaran los rumores que circulaban sobre las motivaciones u orígenes de los atacantes. También pidió a la policía nigeriana que investigue a fondo el incidente y criticó la respuesta inadecuada de las fuerzas del orden hasta el momento.
Desafortunadamente, a pesar de nuestros intentos, no pudimos comunicarnos con el portavoz de la policía estatal de Anambra, Ikenga Tochukwu, para hacer comentarios ya que sus llamadas y mensajes quedaron sin respuesta.
Este brutal ataque en Nawfia resuena como un sombrío recordatorio de los desafíos actuales que enfrentan muchas comunidades en Nigeria, frente a la amenaza incesante de la inseguridad y la violencia. Esperemos que la luz de la justicia brille sobre este trágico acontecimiento, trayendo paz y reparación a una comunidad marcada por la pérdida de vidas inocentes.