En el centro de las noticias nigerianas se encuentra un aumento significativo del precio del combustible en este año 2021. Una decisión que sigue al reciente informe de Pulse Nigeria sobre la rescisión del acuerdo de compra exclusiva entre NNPCL y la refinería de Dangote. De hecho, el fin de este acuerdo exclusivo permite ahora a los distribuidores negociar los precios directamente con la refinería de Dangote, que era hasta entonces el único proveedor de NNPCL.
Un representante de NNPCL dijo que el fin del acuerdo exclusivo brindaría más flexibilidad a los distribuidores independientes y ayudaría a estabilizar el suministro a largo plazo.
Como consecuencia inmediata de la decisión, los precios del combustible aumentaron en la capital federal del país de 897 a 998 libras por litro, mientras que en Lagos, el precio también aumentó de 885 a 998 libras por litro.
Este aumento de precios ha provocado colas interminables en las gasolineras de estas ciudades, aumentando la presión sobre los consumidores ya afectados por el coste de la vida.
Este es uno de los mayores ajustes de precios en el surtidor, que genera frustración pública y alimenta las preocupaciones sobre el impacto en el poder adquisitivo de los hogares.
Esta situación pone de relieve los desafíos que enfrenta el sector energético en Nigeria, un país donde la dependencia de las importaciones de petróleo impacta directamente en la economía nacional y la vida cotidiana de los ciudadanos.
En última instancia, este aumento en el precio del combustible resalta la necesidad de repensar la política energética del país e implementar medidas para garantizar un suministro de combustible estable y asequible para todos los nigerianos.