“La sala del tribunal de grado A de Mapo en Ibadan fue recientemente escenario de un desgarrador caso de divorcio, que puso de relieve las tensiones y acusaciones dentro de un matrimonio de 14 años. Una mujer, Omolara Busari, presentó ante el tribunal su solicitud de disolución. matrimonio con su marido, Olanrewaju Busari, alegando acusaciones de coerción para prestar juramento contra la infidelidad.
Omolara, madre de dos hijos y comerciante de zapatos en el mercado de Ogunpa, afirmó que las sospechas de su marido comenzaron después de que ella regresó de un viaje de negocios a Lagos en 2020. Su marido de repente cuestionó su lealtad y la acusó de infidelidad, obligándola a demostrar su inocencia yendo a través de un hechizo. Al negarse a cumplir con esta demanda, las tensiones aumentaron, lo que llevó a insultos y a la desvinculación de Olanrewaju del hogar conyugal.
Por su parte, Olanrewaju dijo que los 14 años de matrimonio de Omolara estuvieron marcados por el estrés, la falta de cuidados, la ausencia de amor y las frecuentes discusiones. Además, afirmó que su esposa le prohibió cuestionar sus acciones, lo que motivó su decisión de abandonar el hogar. También mencionó que su esposa llevaba regularmente a los niños a su tienda para pedirle dinero, a pesar de la ayuda económica que él les brindaba.
Después de escuchar los argumentos de ambas partes, la jueza presidenta, la señora S.M. Akintayo, decidió conceder el divorcio, considerando que la relación estaba irreparablemente dañada. Otorgó la custodia de los niños a Omolara, considerando que ella sería más adecuada para cuidarlos, al tiempo que enfatizó la responsabilidad de Olanrewaju de satisfacer sus necesidades educativas y médicas. Además, el tribunal ordenó a Omolara que dejara de acosar a Olanrewaju y le concedió derechos de visita razonables a los niños.
Este caso plantea preguntas complejas sobre la confianza, la comunicación y las expectativas dentro de una relación matrimonial. Destaca los desafíos que enfrentan muchas parejas y resalta la importancia de la comunicación abierta y el respeto mutuo. Más allá de los detalles personales de este caso, nos recuerda la importancia de abordar los conflictos de manera constructiva y buscar soluciones que preserven el bienestar de todos los miembros de la familia».