En Bumba, en la provincia de Mongala, caen incansablemente lluvias torrenciales que crean un auténtico caos para los habitantes de zonas pantanosas como Lingodie. Las consecuencias de estas malas condiciones meteorológicas son desastrosas, con charcos, atolladeros e incluso derrumbes de viviendas. En este difícil contexto, el barrio de Lingodie fue escenario de una tragedia el miércoles 9 de octubre, cuando una casa de adobe se derrumbó sobre una mujer viuda y sus tres hijos.
Testigos del lugar afirman que los gritos de angustia de las víctimas, atrapadas bajo los escombros, fueron casi amortiguados por la tormenta que azotó ese día. Por un milagro inesperado, la niña más pequeña de la familia, de 5 años, logró liberarse de los escombros y alertar a los vecinos. Estos últimos, unidos por la solidaridad, se apresuraron a ayudar a la viuda Miriam y a sus hijos, rescatándolos de su trampa mortal.
A pesar de que no hubo pérdidas humanas, la familia afectada fue trasladada de urgencia al hospital para recibir la atención necesaria. Sin embargo, los testimonios indican que desde su ingreso han sido abandonados a su suerte, sin ninguna visita ni asistencia de las autoridades locales.
La población afectada por estas lluvias torrenciales teme lo peor, temiendo otros incidentes graves como inundaciones o derrumbes de viviendas en las zonas más vulnerables. Ante esta alarmante situación, se lanza un llamado de ayuda a las autoridades territoriales y provinciales para que tomen medidas urgentes para proteger la vida y los bienes de los habitantes de Bumba.
Estos trágicos acontecimientos subrayan la urgencia de implementar políticas para prevenir riesgos naturales y fortalecer la infraestructura para proteger a las poblaciones vulnerables de los caprichos del clima. Es imperativo que las autoridades se comprometan plenamente en la gestión de las consecuencias de los fenómenos meteorológicos extremos, para garantizar la seguridad y el bienestar de todos los ciudadanos.