Fatshimetrie: Educación no formal en la República Democrática del Congo: un llamado a la acción

**Fatshimetrie: La investigación en el centro de las noticias sobre educación no formal congoleña**

En el corazón de la República Democrática del Congo, un problema importante desafía a las partes interesadas en la educación y a los socios internacionales: el de la educación no formal. En toda la extensión de Tshopo, provincia del noreste del país, existe una necesidad urgente de revitalizar las guarderías, un pilar esencial para el desarrollo de la juventud congoleña.

La UNESCO, a través de una delegación de investigación, se sumergió en el mundo de los centros de formación de la División Provincial de Asuntos Sociales. Esta inmersión reveló una realidad compleja y profunda, que mezcla desafíos estructurales y aspiraciones de un futuro mejor para la juventud congoleña.

El jefe de la División, Godefroid Yenga Botet, abogó por una mayor movilización de los socios técnicos y financieros con vistas a la rehabilitación e instalación de centros de formación en varios territorios de Tshopo. El objetivo: ofrecer a los niños una educación no formal de calidad, enfocada en áreas técnicas promoviendo su autonomía y autocuidado.

Sin embargo, los desafíos son numerosos. La falta de recursos da como resultado salarios impagos de los educadores sociales, exceso de personal frente a una infraestructura limitada y falta de materiales educativos esenciales para una enseñanza de calidad. Los educadores, al frente de la educación no formal, exigen fortalecimiento de sus capacidades y condiciones laborales más adecuadas para cumplir plenamente su misión educativa.

A través de los testimonios recogidos en los centros de Kabondo y Makiso, se trasluce la angustia pero también la esperanza. En el corazón de estos lugares de aprendizaje, los niños sedientos de conocimiento y de futuro luchan por un mañana mejor, a pesar de los obstáculos que se interponen en su camino.

Ahora es urgente actuar. La cuestión educativa en la República Democrática del Congo no puede quedar relegada a un segundo plano. La educación no formal representa un pilar fundamental para el desarrollo de los jóvenes, para la construcción de una sociedad más justa y equilibrada. Se pide a los socios internacionales que trabajen junto con las autoridades congoleñas para dar un soplo de aire fresco a estos centros de apoyo y ofrecer a los niños el derecho inalienable a una educación de calidad.

Juntos, construyamos un futuro brillante para la juventud congoleña, respetando al mismo tiempo sus derechos y sus aspiraciones a un futuro mejor. La educación no formal es el combustible para una sociedad que avanza hacia la prosperidad y la igualdad de oportunidades. Es hora de actuar, construir e invertir en el futuro de toda una generación.

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