**La amenaza de Dokubo a la seguridad nacional: un asunto que no debe tomarse a la ligera**
El reciente discurso amenazador de Mujahid Asari Dokubo, líder de la Fuerza de Voluntarios del Delta del Níger, pone de relieve una grave amenaza a la seguridad nacional que no se puede ignorar. En un contexto ya frágil, cada palabra y cada gesto deben examinarse con la mayor atención para preservar la integridad del país.
Eshanekpe Israel, alias Akpodoro, ex activista del delta del Níger, destaca la importancia de que las fuerzas de seguridad, en particular el ejército nigeriano, traten con seriedad las amenazas formuladas por Dokubo. Ignorar tales declaraciones corre el riesgo de reforzar la temeridad de quienes buscan desafiar la autoridad estatal. Como garante de la soberanía nacional, el ejército debe actuar con decisión contra cualquier acto que ponga en peligro la seguridad del país.
La publicación viral de Dokubo, en la que amenaza con derribar un avión militar que sobrevuela su residencia, representa una amenaza directa a la seguridad nacional. Akpodoro pide por tanto una acción rápida y firme, subrayando que nadie, ni siquiera Dokubo, está por encima del Estado y sus leyes.
Akpodoro señala el hecho de que Dokubo nunca se desmilitarizó por completo durante el Programa de Amnistía Presidencial (PAP). Es imperativo que Dokubo rinda cuentas por sus acciones y se le obligue a revelar dónde están escondidas sus armas. Es crucial que comprenda la gravedad de la situación y se someta a la autoridad del Estado.
En comparación con el gobierno Ekpemupolo, también conocido como Tompolo, un ex líder rebelde que desempeñó un papel clave en la promoción de la paz y la lucha contra el robo de petróleo, Dokubo parece estar en un camino opuesto. Tompolo se ha convertido en una figura respetada y patriótica en la región del Delta del Níger, demostrando que es posible poner fin a la violencia y cooperar con las autoridades para el bienestar de todos.
En conclusión, no se debe subestimar la amenaza de Dokubo a la seguridad nacional. Las autoridades deben actuar con justicia y firmeza para defender la integridad del Estado y garantizar la seguridad de todos. Se debe responsabilizar a Dokubo por sus acciones y se le debe pedir que siga el ejemplo de Tompolo por el bien de la región y de Nigeria en su conjunto. La paz y la seguridad de la nación no son negociables y cualquier amenaza a estos principios debe abordarse con el mayor rigor.