La crucial gestión egipcia del agua del Nilo: problemas y desafíos

Fatshimetrie: Cómo está abordando Egipto la cuestión crucial del agua del Nilo

Egipto expresó recientemente su rechazo a cualquier medida unilateral en la gestión de los recursos hídricos transfronterizos, diciendo que no permitirá la concesión de un solo metro cúbico de agua del Nilo y rechaza categóricamente el Acuerdo de Entebbe.

El Nilo constituye más del 98% de la principal fuente de agua de Egipto, y preservar este recurso vital es una cuestión existencial que requiere un compromiso político persistente, esfuerzos diplomáticos y cooperación con los países vecinos.

El país sufre escasez de agua, siendo uno de los más secos con una tasa de precipitación anual que no supera los 1.300 millones de metros cúbicos. Sólo el tres por ciento del volumen de agua que cae en los países del Alto Nilo llega realmente a Egipto.

El ministro de Irrigación, Hani Sweilem, subrayó que Egipto no permitirá la concesión de ni un solo metro cúbico de agua del Nilo y rechaza categóricamente el Acuerdo de Entebbe. Pidió a los países de la cuenca del Nilo que firmaron el acuerdo que reconsideren su posición y vuelvan a las discusiones basadas en la cooperación.

Durante una conferencia de prensa al margen de la séptima Semana del Agua de El Cairo, Sweilem recordó que Egipto rechaza las medidas unilaterales y no reconoce los acuerdos firmados unilateralmente.

El presidente egipcio, Abdel Fattah al-Sissi, subrayó durante la inauguración de la séptima edición de la Semana del Agua de El Cairo que el Nilo es crucial para la supervivencia del pueblo egipcio.

En cuanto al Primer Ministro Mostafa Madbouly, subrayó que la Iniciativa de la Cuenca del Nilo, en su forma original, seguirá siendo el único mecanismo integral que represente a toda la Cuenca del Nilo.

El riesgo de acciones individuales y unilaterales que van en contra del derecho internacional es evidente en las cuencas fluviales compartidas, particularmente en lo que respecta a la Gran Presa del Renacimiento Etíope en el Nilo.

Según Madbouly, la continuación de estas acciones representa una amenaza existencial para más de 100 millones de ciudadanos egipcios y podría conducir a un aumento de la inmigración ilegal en las fronteras estatales egipcias.

En conclusión, la cuestión de la gestión del agua del Nilo por parte de Egipto es crucial y delicada. Preservar este recurso vital no sólo es importante para el país, sino también para la supervivencia de millones de personas. La cooperación y el respeto mutuo entre los países ribereños del Nilo son esenciales para lograr una gestión sostenible de este preciado recurso hídrico.

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