En la inmensidad de las fértiles tierras de Kwango reside un pilar invisible pero esencial de la sociedad: la mujer rural. Llevando sobre sus hombros el peso de la vida cotidiana, encarna la fuerza silenciosa del Congo rural. En el centro de esta realidad a menudo ignorada, la Ministra de Género, Léonie Kandolo Omoyi, declaró un compromiso inquebrantable para mejorar las condiciones de vida de estas mujeres a menudo olvidadas.
Al celebrar el Día Internacional de la Mujer Rural en Kwango, la ministra subrayó la importancia crucial de estas mujeres, verdaderas heroínas de las sombras. En un país donde la agricultura es la base de la economía, estas mujeres son las principales protagonistas de la producción de alimentos, proporcionando hasta el 80% de los alimentos necesarios para la supervivencia de las poblaciones. Su contribución es innegable, su dedicación inconmensurable.
El gobernador de Kwango, Willy Lusundji, también rindió homenaje a estas mujeres que, con su incesante trabajo, mantienen vivas a las comunidades locales. Sin ellos, el rostro de la provincia y del país entero cambiaría profundamente. Su función va mucho más allá de las simples tareas diarias; es el cemento que une a las familias, a los pueblos y, en última instancia, a toda la nación.
Marie-Josée Lulengwa, ministra provincial de Género, destacó la urgente necesidad de apoyar a estas mujeres en sus actividades agrícolas proporcionándoles recursos y asistencia muy necesarios. Sin el apoyo del gobierno y socios involucrados, su hercúlea tarea sería muy difícil de llevar a cabo.
Así, la quincena de las mujeres rurales permitió destacar a estas heroínas cotidianas, saludar su trabajo y su dedicación. Las exhibiciones de productos agrícolas y las escenas presentadas durante esta ceremonia ofrecieron una visión sorprendente del talento y la tenacidad de estas mujeres de Kwango y Kongo Central.
La ministra nacional, Léonie Kandolo, entregó simbólicamente herramientas agrícolas al ministro provincial de Kwango, subrayando así la importancia de apoyar concretamente a estas mujeres en su misión vital para la nación congoleña.
En este Día Internacional de la Mujer Rural, celebrado bajo el signo del reconocimiento y la solidaridad, es imprescindible recordar que detrás de cada campo arado, de cada cosecha recogida, se esconde el rostro sonriente y decidido de una mujer rural, madre nutricia de una nación entera.