En el sistema penitenciario de Nigeria, algunos abogados de Lagos plantearon recientemente la cuestión del trato preferencial a los reclusos. Según expertos jurídicos, en Nigeria no existe ninguna ley que prevea un trato especial para ninguna categoría particular de detenidos.
El Sr. Douglas Ogbankwa, ex secretario de comunicaciones de la Asociación de Abogados de Nigeria (NBA), destacó que no existe ninguna ley que prevea un trato especial para los reclusos. Según la ley nigeriana, sólo se reconocen los géneros masculino y femenino, excluyendo así todas las prácticas LGBT. La ley antigay, que prohíbe estas prácticas, se promulgó en 2014 y fue muy bien recibida por la población nigeriana.
Otro abogado radicado en Lagos, Kehinde Nubi, dijo que las leyes nacionales e internacionales consagran la igualdad de todos los seres humanos, lo que implica que no debería haber ningún trato discriminatorio o preferencial hacia los prisioneros. Sin embargo, también señaló que los reclusos con necesidades especiales podrían ser ubicados de una manera que no ponga en peligro su propia seguridad o la de los demás, justificando así un trato aparentemente prioritario.
Según la Constitución de 1999, no se deben violar los derechos fundamentales de ningún individuo y el movimiento de cualquier persona condenada debe ser contenido y restringido al centro de detención de conformidad con la ley. Por tanto, la ley no permite el traslado de un recluso a un centro especial fuera de los muros de la prisión, excepto en casos de enfermedades contagiosas que requieran una cuarentena específica.
Es importante destacar que la legislación nigeriana no permite un tratamiento selectivo de los presos, sino que busca garantizar que todos los presos sean encarcelados en instalaciones penitenciarias comunes. Sin embargo, se pueden hacer excepciones mediante decisiones judiciales específicas, por ejemplo permitiendo que un recluso sea encarcelado en una sección de máxima o mínima seguridad dependiendo de las circunstancias que se consideren relevantes.
En resumen, la cuestión del trato a los detenidos en Nigeria sigue siendo un tema de interés para los expertos legales y los defensores de los derechos humanos, lo que enfatiza la necesidad de respetar las normas legales nacionales e internacionales de derechos humanos y el trato justo a los prisioneros.