**Fatshimetrie: Países africanos en primera línea de la lucha contra la malaria**
La lucha contra la malaria es un desafío importante para muchos países del mundo, particularmente en África, donde la enfermedad sigue siendo un problema de salud pública preocupante. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), en 2022 se notificaron 249 millones de casos de malaria en todo el mundo, lo que provocó 619.000 muertes. Sólo África representa el 94% de los casos y el 96% de las muertes relacionadas con la malaria.
Para alcanzar el estatus de libre de malaria, los países deben cumplir con los criterios de la OMS, incluido informar cero casos autóctonos de malaria durante al menos tres años consecutivos y demostrar la capacidad de prevenir la reintroducción de la enfermedad.
Marruecos fue el primer país africano en obtener la certificación libre de malaria por parte de la OMS en 2010. Este logro fue posible gracias a intervenciones sanitarias eficaces como el control de mosquitos, la vigilancia y el tratamiento rápido. El fuerte compromiso del gobierno con la salud pública redujo significativamente la transmisión de la malaria hasta su erradicación oficial en 2010.
Argelia, país del norte de África, también alcanzó el estatus de libre de malaria en 2019, tras el éxito de Marruecos. Este éxito tiene un simbolismo particular, porque fue en Argelia donde se descubrió el primer parásito de la malaria en 1880. Argelia pudo alcanzar este estatus gracias a las inversiones en sistemas de salud, educación pública y detección y tratamiento tempranos de los casos de malaria.
Seychelles, un archipiélago africano en el Océano Índico, está libre de malaria desde 2012 debido a su aislamiento geográfico y al menor riesgo de transmisión desde países vecinos, lo que hace que el control de los mosquitos sea más manejable.
Al igual que Seychelles, Mauricio ha experimentado un éxito similar en su lucha contra la malaria. A pesar de los estragos que causó la enfermedad en la década de 1940, la determinación del país de erradicarla llevó a medidas de control agresivas, incluidas campañas de control de mosquitos e intervenciones médicas. En 1973, Mauricio fue declarado libre de malaria.
Más recientemente, Egipto alcanzó un hito histórico al ser certificado libre de malaria por la OMS. La enfermedad que afligió a los faraones de Egipto ahora es parte de su pasado. Después de Marruecos y los Emiratos Árabes Unidos, Egipto es el tercer país de la región del Mediterráneo Oriental de la OMS en recibir esta certificación.
Por último, Cabo Verde es el último país africano que obtuvo la certificación libre de malaria en enero de 2024. Este archipiélago formado por diez islas al oeste de Senegal alberga a más de medio millón de personas..
En conclusión, estas historias de éxito de países africanos certificados como libres de malaria demuestran la importancia del compromiso gubernamental, la inversión en sistemas de salud, la concientización pública y la implementación de medidas de control efectivas para combatir esta devastadora enfermedad. Estos esfuerzos continuos son esenciales para lograr el objetivo global de un mundo libre de malaria.