Fatshimetrie, la revista de referencia en noticias económicas y políticas, le ofrece una mirada en profundidad al impacto de los recientes avances en economía institucional, destacados por los ganadores del Premio Nobel de Economía 2024, Daron Acemoglu, Simon Johnson y James Robinson.
El innovador estudio realizado por estos tres eminentes investigadores destaca la importancia crucial de las instituciones políticas y económicas en la prosperidad de las naciones. Su trabajo fundamental, «Por qué fracasan las naciones», enfatiza que el éxito o el fracaso de los países depende en gran medida de la calidad de sus instituciones. Este reconocimiento del Premio Nobel destaca el papel fundamental de las instituciones inclusivas, que brindan igualdad de acceso a recursos y oportunidades para fomentar el éxito económico a largo plazo.
En un contexto en el que países como Nigeria, bendecidos con abundantes recursos naturales y una gran población, luchan por escapar de la pobreza debido a instituciones débiles y extractivas, esta investigación es de suma importancia. Los economistas ganadores llaman la atención sobre la necesidad de reformas institucionales para que Nigeria alcance su máximo potencial.
También destacan el impacto devastador de la corrupción en el desarrollo nacional. En un país donde la corrupción es endémica, como lo demuestra la baja clasificación de Nigeria en el Índice de Percepción de la Corrupción de Transparencia Internacional, el crecimiento sostenible está comprometido. Las instituciones extractivas, que favorecían la concentración de la riqueza y el poder, condujeron al crecimiento económico en el corto plazo, pero crearon estabilidad y desigualdad en el largo plazo.
Otro elemento clave destacado es el papel crucial del liderazgo en la creación de instituciones inclusivas. Desafortunadamente, Nigeria a menudo se ha enfrentado a un liderazgo fallido, que ha priorizado el interés propio sobre el desarrollo nacional. El legado colonial y la fragmentación étnica también han complicado la situación, con instituciones políticas y económicas heredadas diseñadas más para la explotación que para el bienestar de la población local.
En ausencia de una ideología nacional unificadora, Nigeria enfrenta grandes desafíos en la construcción de instituciones fuertes e inclusivas que promuevan el desarrollo sostenible y la prosperidad compartida. El país tiene un inmenso potencial, pero requiere reformas profundas para poner fin a las prácticas extractivas y la corrupción endémica.
En un contexto global donde los debates sobre instituciones y liderazgo son más relevantes que nunca, el caso de Nigeria resalta los problemas cruciales que enfrentan muchos países en desarrollo. La lección es clara: sin instituciones inclusivas y un liderazgo ilustrado, ninguna nación puede prosperar plenamente.