Luchar contra el bandidaje urbano en Kinshasa: la urgencia de una acción coordinada

**Fatshimetrie: Lucha contra el bandidaje urbano en Kinshasa**

El aumento del bandidaje urbano en Kinshasa constituye un verdadero desafío para la seguridad de los habitantes de la capital congoleña. El distrito de Tshinkela, situado en la comuna de Kintambo, se ha convertido en escenario de numerosos abusos cometidos por personas vinculadas al fenómeno “Kuluna”. Estos forajidos, procedentes en particular del campamento militar de Loano, en el municipio de Ngaliema, están sembrando el terror entre la población local.

Ante esta alarmante situación, el jefe del distrito de Tshinkela, Ferry Massamba, lanzó un llamamiento urgente a las autoridades competentes para que refuercen las fuerzas policiales en la subcomisaría de “Babylone”. Con sólo tres agentes de policía de servicio, estos agentes se enfrentan a un número cada vez mayor de agresiones y robos perpetrados por delincuentes que operan en la zona. Por tanto, es imperativo aumentar la presencia policial para garantizar la seguridad de los ciudadanos y sus bienes.

Asimismo, los vecinos de los barrios de Nganda y Bisengo también piden la creación de una subcomisaría en el puente de Tshamala, paso estratégico para los delincuentes. De hecho, los delincuentes, expulsados ​​de determinados barrios, encuentran refugio en otras zonas donde continúan sus fechorías con total impunidad. Esta instalación ayudaría a disuadir a los infractores y garantizaría una mejor vigilancia de los lugares sensibles.

Es esencial tomar medidas concretas para frenar este flagelo que asola la vida cotidiana de los habitantes de Kinshasa. Aumentar el número de subcomisarías, fortalecer la fuerza policial e intensificar las patrullas son todas soluciones recomendadas para combatir eficazmente el bandidaje urbano. La seguridad ciudadana debe ser una prioridad absoluta y es crucial actuar rápidamente antes de que la situación se vuelva inmanejable.

En conclusión, el establecimiento de medidas de seguridad reforzadas en los barrios sensibles de Kinshasa es esencial para garantizar la tranquilidad y el bienestar de los residentes. Las autoridades locales deben responder a las necesidades urgentes expresadas por la población y tomar medidas adecuadas para erradicar el flagelo del bandidaje urbano en la capital congoleña. Están en juego la seguridad y la estabilidad de la ciudad y la protección de los derechos y la propiedad de sus ciudadanos.

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