El continente africano, muy retrasado en términos de financiación climática, parece destacar ahora con un desempeño sin precedentes, superando por primera vez la barrera de los 50 mil millones de dólares en 2022. Este aumento de poder, ilustrado por una movilización que alcanzó los 52,1 mil millones de dólares , frente a 35.200 millones en 2021 y 30.400 millones en 2020, según revela el nuevo informe de la Iniciativa de Política Climática, presentado el 23 de octubre de 2024.
Titulado “Panorama de la financiación climática en África”, este informe destaca que este aumento significativo se atribuye en particular al relanzamiento de numerosos proyectos post-Covid-19 en el continente. La financiación pública jugó un papel decisivo y representó el 82% del total de los fondos movilizados. Las instituciones multilaterales de financiación del desarrollo han sido los principales proveedores de esta financiación, con un aumento de las donaciones y los préstamos en condiciones favorables.
La inversión del sector privado también casi se duplicó entre 2019/20 y 2021/22, con un promedio de 8 mil millones de dólares por año. Sin embargo, la financiación de los propios actores africanos solo representó el 10% de la financiación climática total en el continente.
A pesar de este progreso, las necesidades financieras climáticas de África siguen siendo considerables, estimadas en alrededor de 190 mil millones de dólares por año para 2030. Se necesita un aumento sustancial de los flujos financieros para implementar las contribuciones determinadas a nivel nacional, estimadas en alrededor del 20%. La inacción podría tener graves consecuencias para el continente, y las estimaciones sugieren que el costo potencial de esta inacción podría representar hasta el 20% del PIB africano para 2050, o incluso entre el 64% y el 80% para 2100.
Según el Banco Africano de Desarrollo, África necesita urgentemente 2.800 millones de dólares en financiación climática entre 2020 y 2030. Sin embargo, el continente actualmente recibe sólo el 3% de la financiación climática mundial, de la cual sólo el 14% proviene del sector privado. Estas cifras subrayan la urgencia de una mayor movilización de los actores internacionales para apoyar las iniciativas climáticas en África y mitigar las consecuencias del cambio climático.
Por último, es esencial destacar que África, aunque es responsable de sólo el 3,8% de las emisiones globales de gases de efecto invernadero, enfrenta desafíos considerables en materia de adaptación y mitigación. Si bien los países del Norte son responsables de la mayoría de las emisiones, es crucial que se implementen acciones concretas y una financiación adecuada para apoyar al continente africano en su lucha contra el cambio climático.