Las cuestiones ambientales mundiales alcanzan un importante punto de inflexión con el histórico anuncio realizado en la Cumbre de Naciones del Commonwealth de Samoa. De hecho, en esta cumbre se adoptó la primera Declaración de los Océanos de la Commonwealth, un evento histórico que destaca la importancia de la conservación de los océanos en el contexto actual.
La declaración, conocida como Declaración del Océano de Apia, pide a las 56 naciones de la Commonwealth que protejan los océanos de graves desafíos como el cambio climático, la contaminación y la sobreexplotación. Destaca en particular la importancia de reconocer las fronteras marítimas frente al aumento del nivel del mar, un fenómeno cada vez más preocupante.
El objetivo principal de esta declaración es proteger el 30% de los océanos y restaurar los ecosistemas marinos dañados para 2030, al tiempo que enfatiza la rápida finalización del Tratado Mundial sobre los Plásticos. Además, aboga por ratificar el Tratado sobre la Biodiversidad de Alta Mar, crear estrategias de adaptación al clima costero y aumentar el apoyo a las economías azules sostenibles.
La primera ministra de Samoa, Fiame Naomi Mata’afa, destacó la idoneidad de esta declaración oceánica realizada en el «continente azul del Pacífico», una región donde el cambio climático representa la principal amenaza para la seguridad y el bienestar de las poblaciones. . Las naciones de la Commonwealth, en particular los estados pequeños como Samoa, enfrentan grandes desafíos, incluido el riesgo existencial que plantea el aumento del nivel del mar.
Cabe señalar que el tema de la amenaza medioambiental estuvo en el centro de las discusiones previas a la cumbre, aunque los primeros días se dedicaron principalmente a la trata transatlántica de esclavos en el pasado colonial de Gran Bretaña. Esta cumbre es de particular importancia porque la Commonwealth alberga a un tercio de la población mundial, y 49 de los 56 estados miembros tienen costas.
Los desafíos del cambio climático afectan a 25 de los miembros de la Commonwealth, con consecuencias que incluyen el aumento del nivel del mar, el aumento de las temperaturas y una mayor acidificación de los océanos, lo que afecta la vida marina, los ecosistemas y las comunidades que dependen de ella.
Por lo tanto, la Declaración de los Océanos de Samoa pretende marcar un importante punto de inflexión en la gestión de los recursos marinos, pasando de la explotación de los océanos a su protección y gestión sostenible. Este cambio de dirección es esencial para garantizar un futuro viable para las generaciones futuras.
En conclusión, esta Declaración de los Océanos de la Commonwealth representa un compromiso sin precedentes para proteger nuestros océanos y preservar la vida marina.. Establece un estándar para futuras reuniones internacionales, generando impulso para la protección de los océanos a medida que nos acercamos a la COP29 en Azerbaiyán en noviembre y a la Conferencia de las Naciones Unidas sobre los Océanos el próximo año.