Promoviendo la lactancia materna para un futuro sostenible

La lactancia materna es mucho más que un acto de amor, es un gesto con importantes repercusiones medioambientales y económicas. Una propuesta reciente sugiere que promover la lactancia materna podría ayudar a reducir las emisiones de gases de efecto invernadero. Al invertir en programas de apoyo, los gobiernos podrían mejorar la salud pública, reducir los costos de atención médica y contribuir a un futuro más sostenible. Promover la lactancia materna significa invertir en el futuro de nuestro planeta y de nuestros hijos.
Fatshimetrie: Promoviendo la lactancia materna para un mundo más sostenible

La lactancia materna es mucho más que un acto de amor y vínculo entre una madre y su hijo. Es también un gesto con importantes repercusiones medioambientales y económicas. Mientras el mundo enfrenta desafíos sin precedentes en materia de salud pública, cambio climático y sostenibilidad, promover la lactancia materna bien puede ser la clave para un futuro más saludable y próspero.

Una propuesta reciente sugiere que aumentar las tasas de lactancia materna podría ayudar a reducir las emisiones de gases de efecto invernadero y alentar a los países con mayores emisiones a tomar medidas concretas para apoyar esta práctica beneficiosa tanto para los bebés como para el planeta.

No se puede negar que la lactancia materna tiene muchos beneficios sobre el uso de fórmula comercial. No sólo es más saludable para los bebés, sino que también es más económico para las familias y mejor para el medio ambiente. Sin embargo, sólo el 44% de las mujeres en todo el mundo practican la lactancia materna exclusiva durante los primeros seis meses de vida de su hijo, según recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud.

La propuesta recientemente presentada propone que los países de altos ingresos, principales emisores de gases de efecto invernadero, financien proyectos de energía limpia en países de ingresos medios y bajos. A cambio, estos países recibirían «créditos» para ayudarles a cumplir sus compromisos de reducir las emisiones y frenar el calentamiento global. Esto forma parte del concepto de “compensación de carbono”, cuyo objetivo es reducir las emisiones nocivas para el medio ambiente.

Julie Smith, la economista detrás de esta propuesta innovadora, destaca la importancia de asignar un valor económico a la lactancia materna. De hecho, las mujeres producen miles de millones de litros de leche materna cada año, un recurso precioso con muchos beneficios para la salud de los bebés. Si se asigna un valor económico a este recurso, resulta ser un activo invaluable de miles de millones de dólares, que genera beneficios económicos considerables en términos de reducción de costos de atención médica y aumento de la productividad.

Es esencial que los gobiernos reconozcan y apoyen la lactancia materna como una práctica que beneficia tanto a la salud pública como al medio ambiente. Al invertir en programas para promover la lactancia materna, los países no sólo podrían mejorar la salud de sus poblaciones, sino también contribuir a reducir las emisiones de gases de efecto invernadero y construir un futuro más sostenible y justo para todos.

Promover la lactancia materna significa invertir en el futuro de nuestro planeta y de nuestros hijos. Es un gesto de solidaridad y responsabilidad hacia las generaciones futuras.. Es hora de que los gobiernos y las partes interesadas de la sociedad tomen medidas concretas para apoyar esta práctica esencial y convertirla en un pilar central de nuestras políticas de salud pública y protección ambiental. Al fomentar la lactancia materna, estamos sentando las bases para un mundo más sano, más equilibrado y más sostenible para todos.

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