Fatshimetrie – Las noticias candentes en Uganda: hacia una renovación de los derechos humanos
El 24 de octubre, aniversario de la entrada en vigor de la Carta de las Naciones Unidas hace 79 años, participé en las celebraciones organizadas por las Naciones Unidas. Sin embargo, mis pensamientos se dirigieron a agosto de 2023, cuando el gobierno de Uganda puso fin abruptamente al mandato de la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos (ACNUDH) después de 18 años de intervención en el país.
En ese momento, el Alto Comisionado expresó su preocupación por el período previo a las elecciones de 2026, en un contexto cada vez más hostil donde operan defensores de derechos humanos, actores de la sociedad civil y periodistas. El papel del ACNUDH a nivel mundial es promover y monitorear la implementación efectiva de las normas internacionales de derechos humanos a nivel nacional, promover el estado de derecho y llevar a cabo funciones de protección esenciales como la prevención de la tortura y el trato inhumano.
A pesar de las celebraciones y festividades, es crucial reconocer las flagrantes deficiencias en el respeto de los derechos humanos y el declive del Estado de derecho en Uganda. Las violaciones de derechos humanos que afectan a ciertos sectores de la población han dado lugar a sanciones y embargos comerciales por parte de Estados Unidos y el Reino Unido.
La Comisión de Derechos Humanos de Uganda (UHRC) es claramente incapaz de cumplir la función de vigilancia de los derechos humanos que anteriormente desempeñaba la Comisión de Derechos Humanos de la ONU en Uganda, debido a la política de corrupción, las lagunas de recursos humanos y un presupuesto limitado.
Está claro que Uganda todavía necesita la Comisión de Derechos Humanos de la ONU por su imparcialidad, así como su apoyo a las organizaciones de la sociedad civil que emplean a miles de ugandeses y defienden los derechos humanos. La organización ofreció anteriormente programas de desarrollo de capacidades en derechos humanos a periodistas, agentes de seguridad y parlamentarios.
El silencio que rodea a las continuas violaciones de derechos humanos, como secuestros, torturas e injusticias, es ensordecedor. Ya es hora de que las acciones de la ONU contra las injusticias políticas, el declive del Estado de derecho y las violaciones de derechos humanos se tomen en serio.
Es imperativo que el Alto Comisionado y el Coordinador Residente de la ONU llenen el vacío dejado por el cierre de la oficina de la Comisión de Derechos Humanos de la ONU en Uganda. Esperamos que condenen las violaciones de derechos humanos y las irregularidades electorales.
Ha llegado el momento de que la ONU renueve su compromiso de proteger la Declaración Universal de Derechos Humanos y promover el Estado de derecho en Uganda.. Deben comenzar las conversaciones con el gobierno de Uganda con miras a un rápido regreso de la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos antes de las elecciones de 2026.
El analista de sostenibilidad Robert Kigongo enfatiza firmemente la importancia de defender los derechos humanos en Uganda y combatir las injusticias políticas que socavan a la sociedad. Es hora de que la ONU actúe para garantizar la protección efectiva de los derechos fundamentales y promover prácticas que respeten el Estado de derecho en todo el país.
Ya no se puede tolerar el silencio internacional ante las violaciones masivas de derechos humanos en Uganda. Es hora de que la comunidad mundial asuma su responsabilidad y actúe para poner fin a estos abusos intolerables.