El Festival Internacional de Animación Gbaaka (FIGA) de Lomé acogió recientemente a un público entusiasta que acudió para asistir a un encuentro con Michel Ocelot, creador de la famosa película de animación Kirikou. La proyección de la película Kirikou y la bruja en 1998 dejó huella y sigue siendo una referencia imprescindible en el mundo de la animación. Inspirada en un cuento africano, esta película relata las aventuras de Kirikou, un joven inteligente y valiente que desafía a la formidable bruja Karaba a liberar a su aldea de su malvada influencia.
FIGA ofrece un programa rico y variado que incluye proyecciones simultáneas de películas de animación en varias localizaciones, mesas redondas con expertos y talleres prácticos. Estos eventos brindan a los fanáticos de la animación y a los aspirantes a animadores la oportunidad de explorar los diversos aspectos de este campo creativo.
Durante su visita, Michel Ocelot animó a los jóvenes animadores a perseverar en sus proyectos creativos a pesar de las dificultades encontradas, subrayando la importancia de la determinación frente a los obstáculos.
El festival destacó los desafíos clave que enfrentan los animadores en Togo, como los frecuentes cortes de energía que interrumpen su trabajo y la falta de financiación que amenaza el desarrollo del talento local. Muchos animadores talentosos abandonan Togo para buscar mejores oportunidades en otros lugares, lo que supone un obstáculo importante para el crecimiento de la industria de la animación en el país.
A pesar del enorme potencial de animación en Togo, se necesitan apoyo y recursos para retener el talento local y construir una industria próspera. Con las inversiones adecuadas y unas infraestructuras sólidas, Togo podría convertirse en un actor importante en el mundo de la animación.
Por lo tanto, el Festival Internacional de Animación de Gbaaka representa mucho más que un simple evento: es un trampolín para la animación togolesa, un espacio de expresión e intercambio para los creadores y un catalizador para la aparición de nuevos talentos. Uniendo fuerzas e invirtiendo en formación y promoción de la animación, Togo puede abrir horizontes prometedores para esta industria creativa en auge.