En noticias recientes en la República Democrática del Congo, se avecina un importante desafío de salud con la alarmante propagación de la viruela simica. Esta enfermedad viral, que ya ha causado más de 1.000 muertes entre los 38.185 casos sospechosos registrados, constituye una grave amenaza para la población congoleña. El ministro de Salud Pública, Samuel-Roger Kamba, reveló estas preocupantes cifras durante una reunión sobre la situación epidemiológica de este flagelo denominado “Mpox”.
Durante este encuentro, el ministro subrayó la importancia crucial de respetar las medidas preventivas para frenar la propagación de la epidemia. Alertó a los ciudadanos sobre la necesidad de protegerse contra este peligroso virus e insistió en la eficacia de la vacunación, que ya ha afectado a 47.547 personas y alcanzó el 103% del objetivo. Sin embargo, esta campaña de vacunación sólo se llevó a cabo en tres de las seis provincias afectadas por la epidemia.
A pesar de estas abrumadoras cifras, un rayo de esperanza brilla en las palabras del ministro Kamba, quien mencionó una disminución significativa en la tasa de letalidad de la enfermedad a lo largo de las semanas. Esta reducción, que pasa del 1,20% al 0,0014%, es alentadora pero no debe ocultar la gravedad de la situación. Los equipos de vigilancia recibieron instrucciones de reforzar las medidas de prevención, en particular ante el riesgo de introducción de la enfermedad del virus de Marburgo, actualmente prevalente en Ruanda.
En una entrevista con Radio Okapi, el representante de la OMS en la República Democrática del Congo, Boureima Hama Sambo, destacó el éxito relativo de la campaña de vacunación contra la viruela simica en las provincias afectadas. Sin embargo, es esencial permanecer alerta y continuar los esfuerzos para detener esta epidemia que azota a África Central y Occidental desde los años 1970.
Mpox, que se transmite por contacto con animales infectados y entre personas, representa un gran desafío para las autoridades sanitarias congoleñas. Con miles de casos relacionados con la variante de África Occidental identificados en más de 110 países de todo el mundo, es imperativo fortalecer las medidas preventivas y crear conciencia sobre la importancia de la vacunación.
En conclusión, la lucha contra la viruela simica en la República Democrática del Congo requiere una movilización sin precedentes para contener esta devastadora epidemia. Las autoridades, los actores de la salud pública y la población deben unir fuerzas para detener la propagación de este virus mortal y proteger la salud de todos.