Fatshimetrie, un estudio en profundidad sobre la crisis del suministro de agua en Sudáfrica
La crisis de suministro de agua en Sudáfrica es un problema creciente, exacerbado por el envejecimiento de la infraestructura y los deficientes sistemas de distribución en los municipios del país.
El vicepresidente Paul Mashatile destacó estos desafíos durante una sesión de preguntas en el Parlamento, destacando que a pesar de las importantes reservas de agua en las presas del país, este recurso no llega a los ciudadanos de manera eficiente debido a una cadena de suministro rota, plagada de fugas, tuberías obsoletas y mantenimiento descuidado.
La reticulación, que se refiere a la red de tuberías y sistemas que distribuyen agua desde una fuente central a los usuarios, es un problema importante que agrava un sistema ya vulnerable, poniendo a menudo a las comunidades más desfavorecidas en situaciones críticas para el acceso al agua potable.
Según Mashatile, el Cabo Oriental, Mpumalanga, Limpopo, el noroeste y partes de Gauteng han sufrido especialmente estos problemas.
Destacó que los municipios con dificultades financieras no cuentan con los recursos necesarios para mantener las infraestructuras hidráulicas y mucho menos modernizarlas. También se han señalado las facturas impagas de los municipios a los proveedores de agua, que alcanzan cantidades alarmantes.
Ante esta crítica situación, Mashatile y el Ministro de Agua y Saneamiento, Pemmy Majodina, solicitaron apoyo financiero al Ministro de Finanzas, Enoch Godongwana, para abordar estas cuestiones estructurales. Establecieron conjuntamente un grupo de trabajo sobre el agua para intensificar los esfuerzos a nivel municipal y coordinar intervenciones para fortalecer un sistema plagado de fallas.
Mashatile destacó un fenómeno preocupante: el de las «mafias del agua», que se aprovechan de la escasez manipulando el suministro de agua para obtener beneficios. Esta práctica ilícita exacerba la crisis y perjudica los esfuerzos para restaurar la infraestructura hídrica.
Destacó que para lograr una solución sostenible es fundamental promover una cultura de pago por los servicios, invertir en infraestructura moderna y fortalecer la viabilidad financiera de los municipios.
En conclusión, la crisis de suministro de agua de Sudáfrica requiere una acción urgente y coordinada en todos los niveles de gobierno para garantizar el acceso equitativo al agua potable en todo el país. La concienciación, las inversiones específicas y las medidas de gobernanza eficaces son esenciales para superar estos desafíos apremiantes y garantizar un futuro sostenible para los ciudadanos sudafricanos.