En el corazón del sistema judicial de la República Democrática del Congo, Marthe Odio Nonde, primera presidenta del Consejo de Estado, se posiciona como garante de la legalidad y la justicia. Durante el reciente inicio judicial, subrayó la importancia de la misión del Consejo de Estado en el control de las decisiones administrativas a la luz de los altos estándares que rigen en el país.
Esta jurisdicción suprema asegura que cada acto administrativo que emana de las autoridades centrales respete escrupulosamente los estándares establecidos por la Constitución, las leyes, los tratados internacionales, la jurisprudencia y los principios generales del derecho. Marthe Odio Nonde insiste en el imperativo de que las decisiones administrativas respeten las normas vigentes, subrayando así el papel esencial del Consejo de Estado en la preservación del Estado de derecho.
Sin embargo, a pesar de esta misión crucial, el establecimiento de tribunales administrativos inferiores sigue siendo un problema importante en la República Democrática del Congo. La ausencia de estos órganos compromete el buen funcionamiento del sistema judicial y dificulta el acceso de los ciudadanos a una justicia justa y eficaz. Por lo tanto, Marthe Odio Nonde insta al gobierno a acelerar la implementación de estas jurisdicciones y garantizar su funcionamiento armonioso.
En definitiva, a través de un discurso marcado con rigor y firmeza, la primera presidenta del Consejo de Estado destaca los desafíos y las cuestiones a las que se enfrenta la justicia en la República Democrática del Congo. Su alegato a favor del establecimiento de un sistema judicial respetuoso de los principios democráticos y los derechos fundamentales constituye una invitación a la acción y a la responsabilidad de todos los actores implicados en la preservación del Estado de derecho.